Ramsés Villarreal Gómez fue detenido por elementos de la Procuraduría General de la República por la tarde del miércoles 30 de octubre. Lo acusan de ser uno de los responsables de la ola de explosiones que se han realizado en la Ciudad de México en las últimas semanas.
De acuerdo con la información que la PGR ha vertido a la prensa, la identificación se realizó a partir del estudio antropométrico de uno de los videos de los bancos en los que, en semanas anteriores, grupos que se han denominado ecoanarquistas hicieron estallar tanques de gas y cuetes tipo garras de tigre.
La identificación sería similar a la que se hizo en su momento con el subcomandante Marcos: sobreponer una fotografía de Sebastián Guillén sobre el encapuchado. Los amigos y compañeros de la UNAM de Ramsés aseguran que durante las primeras diez horas de interrogatorio, a Ramsés se le presionó para que se pusiera una capucha. También, dijeron, se le ofreció que "entregara" a alguien; y entonces quedaría en calidad de "testigo protegido".
Sus amigos cuestionan cómo, a partir de un nebuloso video, las autoridades federales lograron sobreponer una fotografía del joven de 27 años y realizar una identificación positiva. Más aún, cómo logró coincidir la figura robusta (algunos de sus conocidos dijeron: es grandote y medio gordito) con la de los muchachos delgados que fueron captados por las cámaras de los bancos.
Ramsés Villarreal Gómez es un chavo ultroso de cepa, que reivindica la "acción directa" (es decir, enfrentarse a la policía en las marchas, por ejemplo). Desde la huelga de la UNAM en 1999 estuvo participando en el ala radical. Su ideología concuerda con la de grupos de corte anarquista. Sin embargo, los comunicados que fueron dejados en los lugares de los hechos y los grupos anarquistas que reivindicaron las acciones fueron muy claros en una ideología vegana, de protección a los animales, especista.
Ni Ramsés ni sus compañeros durante la huelga, ni su accionar durante el movimiento de la APPO en 2006 tienen un discurso vegano especista. Por el contrario, no puedo imaginarme a la ultra de la UNAM (algunos los llaman "bunga bunga") comiendo tofu...
Lo cierto es que a Ramsés, durante las marchas, la policía capitalina le ponía "marcaje personal": a él y a otros activistas radicales se les pegaban una línea de granaderos para evitar que hicieran enfrentamientos.
Algunos estudiantes en la UNAM piensan que las autoridades aprehendieron a Ramsés, más que por tener algún elemento en su contra, para cobrarse el 3 de febrero de 2000, en la Prepa 3 de la UNAM; las incontables "acciones directas" en cada marcha...
Habrá que ver. Por lo pronto, también llama la atención que la detención de Ramsés se haya dado dos días antes de la marcha del 2 de octubre, a la que , por cierto, --trascendió en diversos lugares--, el bloque negro (anarquistas) anunció que se participaría.
viernes, 2 de octubre de 2009
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Muy atinado tu comentario, yo pensé exactamente lo mismo: el discurso de la bunga bunga (como los bautizó el buen Francisco Cerezo), tiene poco o nada que ver con el discurso de los anarquistas que han hecho pintas en los atentados a los cajeros. Además, según publicó Proceso, estas organizaciones no tienen una cabeza visible, se acciona mediante células autónomas, incluso dudo que se conozcan entre sí, ya veremos en donde acaba esta historia.
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