martes, 28 de junio de 2005

Los zetas y el FBI

un periódico texano publicó que los cárteles mexicanos se disputaban el corredor interstatal 35, que va desde Laredo Texas hasta la frontera con Canadá, en Minessotta y citaron fuentes del FBI.
Sin embargo, el al ser entrevistados los voceros del FBI no negaron ni afirmaron la información. Lo interesante aquí es que pareciera que todos en EU saben que el I- 35 es "el" corredor" de droga. Pero admitirlo, para las autoridades estadunidenses sería admitir que saben por dónde pasa la droga. Eso llevaría a dos posiles deducciones:
a) o las autoridades estadunidenses están coludidas (diablos!, he descubierto el hilo negro), o
b) los capos mexicanos son más picudos que el FBI y ya les ganaron.

Pero considero que esta última hipótesis es más bien una añoranza patriótica para sentir que, por lo menos en la esfera del crimen, los mexicanos les ganamos a los gringos.

Como sea, parece que el tema de los Zetas ha obtenido proporciones míticas en Eu. Se les ha "visto" actuar no sólo en la parte suroeste y sur de EU, sino en lugares tan remotos como el salvaje "midwest", en el que imperan los llamados red necks.
Los Zetas, en pocas palabras se han convertido en el chupacabras. Todos los han visto operar y al mismo tiempo, nadie.

domingo, 26 de junio de 2005

la música del subterráneo

Simplemente, cada vez hay más.
Entran a los vagones uno tras otro, con sus bastones, sus ojos desorbitados y llenos de cataratas y la herramienta para la mendicidad moderna: un pequeño amplificador y un diskman.
Ni siquiera mi micro ambiente a través del i-pod me protege de la potencia de su pequeño amplificador. La música que supuestamente venden los ciegos en el metro, penetra mis propios audífonos y me obliga a observar la miseria.
Y a pesar de mi predicción por evadirme, es imposible dejar de reflexionar. ¿qué está pasando?
Hoy en el metro dominguero, tuve una revelación o un pensamiento macabro. No hay remedio para el pueblo mexicano: adormecidos con la nota roja --que me fascina--, aturdidos con nuestra propia voracidad de comida chatarra y enferma, masturbados con los gadgets inútiles y obsoletos provenientes de China o eStados Unidos
(Tienen razón los científicos: no podemos producir tecnología, pero ya ni siquiera sabemos comprarla)... y mientras el tránsito ininterrumpido de mendigantes que nos venden las canciones de hace diez años en recopilaciones piratas a diez pesos. Y mientras la violencia y la miseria se extienden. Y el pueblo mexicano no mete ni las manos, mientras se sigue vendiendo la idea de que "tenemos mucha cultura": los prehispanicos, los muralistas, las artesanías... no volteamos a vernos en la actualidad: ¿dónde está nuestra cultura? ¿en la crueldad a los animales (somos uno de los países con mayor índice de crueldad)?; ¿en nuestra obesidad alarmantemente en aumento? (por más que nos digamos que "los gringos sí están gordos"), en nuestra caída libre ne los índices de educación y competitividad?
Espero equivcarme, pero también tuve otra revelación. En este país yo no quiero tener hijos.

domingo, 19 de junio de 2005

El precio del paraíso

"Nosotros veníamos de Caladan, un mundo paradisiaco para nuestras necesidades y forma de vida. En Caladan, no existía la necesidad de construir un paraíso físico ni mental. Sólo habríamos los ojos y lo veíamos a nuestro alrededor. Y el precio que pagamos es el que los hombres siempre han pagado por alcanzar el paraíso en esta vida: nos volvimos suaves, perdimos nuestro filo".

Extraído de Dunas, por Frank Herbert

martes, 14 de junio de 2005

Los Zetas en EU. El drama de los secuestros

Los Zetas operan en Laredo, Texas, secuestrando ciudadanos estadunidenses, que en su mayoría están vinculados con el narcotráfico de acuerdo con agentes del FBI.
El miércoles pasado, el mismo día en que el nuevo jefe de la policía de Nuevo Laredo fue balaceado, en la ciudad texana tres vehículos trataron de secuestrar a una persona. Ésta se resistió, por lo que fue asesinada a tiros. La víctima sería identificada tentativamente como un ex policía mexicano.
Horas después de ese primer incidente, Cesario Antonio Carrera, de 28 años, fue ejecutado a plena luz del día, mientras se encontraba en la calle esperando un Mercedes. Las autoridades de esa población informaron a los medios locales que estos acontecimientos probablemente están relacionados con el tráfico de drogas.
Pero el móvil no siempre ha sido el ajuste de cuentas. En muchas ocasiones simplemente se ha tratado de una diversificación de los negocios de los grupos criminales. Un oficial de Laredo explicó que, en los últimos tiempos, la organización criminal de Los Zetas comenzó a "perder droga" y, con ello, dinero.
"Cuando una organización de este tipo está perdiendo droga, acude al secuestro. Ahora, el secuestro se ha convertido en un gran negocio de esta gente".
Y es que no sólo estadunidenses vinculados con el crimen organizado se han visto afectados.
Desde agosto de 2004 a la fecha, 37 ciudadanos norteamericanos han sido secuestrados en territorio mexicano. De éstos, 13 siguen desaparecidos. En la mayoría de las ocasiones se puede intuir que aquellos que no regresan a sus casa son ciudadanos estadunidenses de escasos recursos, de origen mexicano.
Por ejemplo, desde septiembre de 2004, dos muchachas de 23 y 27 años desaparecieron cuando viajaron a celebrar a Nuevo Laredo el cumpleaños de una de ellas. Hasta la fecha no se sabe nada de su paradero.
Para el padre de una de ellas, las autoridades mexicanas no han colaborado tanto como dicen los agentes del FBI.
Por el contrario, miembros de una organizaciones de familiares de laredenses secuestrados en la frontera están ahorrando una recompensa para el gobierno mexicano que será entregado al DIF de Nuevo LAredo cuando regresen sus hijos a casa. Hasta la fechan llevan 4 mil 700 dólares. Esta suma no hace sino evidenciar que se trata de norteamericanos pobres, sin muchos recursos y sin muchas influencias.