lunes, 28 de septiembre de 2009

aNArKIstaS (¿pequeñoburgueses?) de calle y de bombas


Me encontré a unos voceadores de "La revancha del Ahuizote", periódico del Proyecto Anarquista Metropolitano , en la marcha por el 49 Aniversario de la nacionalización de la industria eléctrica, convocada por el SME.

De alrededor de 20 años, no eran punks. Vestían como cualquier joven, tal vez inclinados a colores (o ausencia de) como grises y negro.

La pregunta era ineludible: ¿qué opinan de los ecoanarquistas que andan poniendo petardos? Uno de ellos me respondió, con semblante serio, quizá midiendo sus palabras, y aclarando de antemano que sólo podía hablar a título personal. Dijo que le parecían unos "pequeñoburgueses". Todo movimiento que se concentra en un solo fenómeno, como el feminismo, el ecologismo, etcétera, sólo divide al movimiento de masas.

Bueno, el dije, pero otros que están poniendo bombas son unos llamados "Práxedis Guerrero", y ésos se escuchan más teóricos. El joven respondió, de nuevo serio, "yo, en lo personal, no creo que ésa sea la forma. No ahora, por lo menos".

Más tarde, me los volví a encontrar, descansando, después de haber voceado su publicación entre las huestes del SME. "¿Cómo les fue?", pregunté. Uno de ellos, más sonriente, me dijo: "ya sabes como son los sindicatos".

La verdad, no entendí a ciencia cierta a qué se refería. ¿Cómo son los sindicatos?, ¿difíciles, demasiado metidos en sus propios intereses? Anarquistas de vieja escuela, pensé. Aquellos que, como los internacionalistas, buscan llegar o acercarse a las masas, penetrar las organizaciones, sindicatos, para crear conciencia de clase, educación, propiciar así la emancipación...

Revisé su publicación. Entre los artículos, existía un análisis del golpe de Estado en Honduras titulado: "Honduras: 'golpe de Estado', pero ni un golpe al Estado" (En profunda alusión al objetivo del anarquismo: terminar con el Estado y crear una sociedad de hombres libres y comprometidos). También había una crítica a la forma en que se conmemora la matanza del 2 de octubre casi "divinizándolo". Interesante, pensé. Sobre todo después de que durante la última conmemoración, los sobrevivientes del 2 de octubre decidieron realizar una marcha aparte. Debo confesar que comparto un poco de esa caracterísitca del anarquista, que me hace desapegarme e incluso repudiar todo aquello que huela a encumbramiento de algo o alguien. También venía una crítica a la campaña del voto nulo, el cual, finalmente sirvió a los partidos de derecha.

Me hizo pensar: ¿será que los ecoanarquistas estarán más cerca de los movimientos de protección a los animales y al veganismo que al llamado anarquismo?

***

He recordado lo que me contó con algún miembro de "La revolución de la cuchara", sobre los grupos radicales. Esa plática se realizó en la azotea de la casa que los hare krisna tienen en el centro de la ciudad. En ese entonces los veganos radicales habían reivindicado una serie de amenazas de bomba a unos KFC en el Estado de México. Habrá sido el año de 2008.

Este chico (que poco o nada tiene que ver con el anarquismo, sino quiza más con el new age) me explicaba la importancia del vegetarianismo para acabar con el hambre. Decía que si los campos, destinados a alimentar reces que van a ser sacrificadas por su carne, se utilizaran para cultivar, por ejemplo, soya, el hambre en el mundo se acabaría.

En ese momento le pregunté sobre los radicales: las amenazas de bomba, los que de pronto destruyen una veterinaria o una tienda de pieles. Él me respondió que la comunidad vegetariana (una parte de ella vegana, que es más radical) y de protección a los animales es muy pequeñita en México. Muy, muy, muy pequeñita. Todos se conocen. Hay desdde los hare krisna, los radicales, hasta las señoras fresas de Las Lomas que recogen perros en la calle cuando los ven. Los radicales, dijo, no son muy queridos, y son más bien relegados en las reuniones, porque pueden afectar o poner en peligro a los otros, los que dan la cara.

Pienso, entonces: las células del Frente de Liberación Animal que reivindicaron explosiones en la Ciudad de México las últimas semanas, y las Células Práxedis Guerrero pueden estar en un limbo ideológico. Un punto intermedio entre la protección de animales y el veganismo y el anarquismo clásico. Cerca y lejos de ambos. Pero actúan de forma muy independiente.

Un punto más: las páginas de internet del Frente de Liberación Animal en español explican que cada célula es autónoma. Que la forma de entrar a ese grupo es formar tu propia célula y comenzar a actuar. no hay censo, no hay coordinación. Es una forma extrema de las organizaciones compartimentadas, ya que, por ejemplo, en la guerrilla, hay una persona que sirve de conexión entre una célula y otra. En este caso, parece ser que no...


*La imagen fue tomada de http://liberaciontotal.entodaspartes.net/

miércoles, 23 de septiembre de 2009

aNArKIstaS (crónicas de mi infancia marxista)



Mi acercamiento con el anarquismo en la infancia y adolescencia siempre estuvo sesgado. Para la niña de un padre que estudió en la Universidad Patricio Lumumba, en Moscú durante los años sesenta, hablar del anarquismo era hablar de niñerías. “El anarquismo”, decía mi papá, “es el cuento de hadas del socialismo”. El socialismo, entonces, era paso ineludible para llegar al edén que parecía ser el comunismo, momento en el que, por fin, el Estado ya no sería necesario. En ese comunismo los deseos de marxistas y anarquistas se verían cumplidos.

El anarquismo, decía mi papá, pretendía “saltarse” el paso por el socialismo y llegar a un comunismo sin antes haber construido las bases necesarias para que esa sociedad pudiera sostenerse.

***

Cuando estudiaba para mis exámenes extraordinarios en el Colegio de Ciencias y Humanidades, J. me ayudó a resolver una guía para el examen de historia de México. Leímos sobre Ricardo Flores Magón. Tuvimos una discusión seria porque yo lo ataqué cuando empezó a hablar elogiosamente de Flores Magón. Fue mi culpa. Con soberbia, le dije, jamás sin reflexionar o siquiera estudiar sobre el anarquismo, que éste era el “cuento de hadas” del socialismo.

Pasé mi examen extraordinario gracias a la guía resuelta por J.

***
Fue hasta el segundo año en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, que en una clase sobre la guerra civil española, entendí la importancia y el alma que el pensamiento anarquista tiene en algunos países.

Guadalupe Ferrer, profesora de Historia y, en ese entonces directora de TV UNAM, acostumbraba exhibir películas para reforzar los periodos históricos que estudiábamos. Sobre la guerra civil, vimos una que relataba la manera en que los comunistas o aquellos cercanos a la Unión Soviética abandonaron a los anarquistas. Los dejaron solos por ser anarquistas.

En ese momento sentí un poco de vergüenza de mi herencia familiar, profundamente ortodoxa, pro soviética. Después de todo, los rusos no eran los héroes. Eran responsables, en gran medida, de las décadas en las que España estuvo bajo la dictadura de Franco.

También aprendí que el pueblo español (sobre todo el rural) tiene una natural inclinación hacia el anarquismo, pensamiento que, a diferencia del que promulgaban los marxistas ortodoxos en entonces, ponía énfasis en que la liberación de un pueblo debe hacerse por el pueblo mismo. Y para ello la labor del activista es de educación.

Por ese entonces me enamoré de una frase de Bakunin: "Libertad sin socialismo es privilegio, injusticia; Socialismo sin libertad es esclavitud y brutalidad".

¿Qué pasó con esos anarquistas españoles? Algunos llegaron a México y trajeron sus ideas que encontraron eco en el anarquismo que planteaban personajes como Flores Magón, y que retomaban el comunismo en el que vivían algunos grupos originarios en México antes de la llegada de los españoles. Se conjugó con un anarquismo comunitario, rural, horizontal.

Uno de eso refugiados españoles fundó una biblioteca de estudios anarquistas situada cerca del metro Balderas.

Después de revisar el periodo de la guerra civil español decidí ir a la biblioteca de la que ya me habían hablado mucho. Pero cuando llegué, el exiliado español ya había muerto.

Pero en la biblioteca había cientos de pasquines, folletitos, revistas de todos los países que hablaban sobre anarquismo. Ya no era el anarquismo teórico de Bakunin o el discurso de búsqueda de la educación para la emancipación del pueblo que, por ejemplo, exponía Ricardo Flores Magón (al cual, después de haber superado mi propio cuento de hadas del socialismo, admiro profundamente), sino era este anarquismo que busca su estética en los picos y botas del punk inglés, que escucha el punk desenfrenado de The Clash, hasta llegar al punk español. Era un anarquismo muy joven, muy rabioso, muy adolescente. A veces, la mayoría de las veces, muy drogo, muy atascado, muy iletrado.

Hace unos días pregunté por la biblioteca. Ya no existe. Pero ese anarquismo sigue vivo, ahora mezclado (a veces contaminado) con una sensibilidad muy especial en torno a los problemas ecológicos. A veces, ese anarquismo desaparece y sólo queda un referente. Lo que queda es más cercano a los personajes que se plantean en la película 12 monos.

De nuevo, puedo escuchar a mi padre diciendo que aquí el problema es la falta de educación y formación de las personas. Que si hay una educación marxista sólida, no se deben caer en errores como ése.

Hace unas tres o cuatro semanas, cada martes específicamente (como Fabiola Cancino me hizo notar), hay una explosión en la Ciudad de México. Las acciones no han sido reivindicadas por grupos armados de corte marxista, sino por diferentes células de anarquistas ecologistas. Un grupo en especial (llamado Práxedis Guerrero) parece tener un discurso más estudiado, más cercano a una teoría clásica del anarquismo.

Dice A. Jiménez que se la están jugando. Lofredo dice en su Postada que "esta vertiente insurreccional del anarquismo todavía debe demostrar su carácter revolucionario que con la exclusiva producción de nuevos sabotajes no alcanzará".

Otros dicen por ahí que, en la naturaleza del anarquismo, se encuentra su debilidad.

***

Esta naturaleza estaría definida porque aquellos que la abrazan son muy jóvenes, casi niños. Son, en su mayoría, muy pobres y han sido marginados de las oportunidades desde la infancia. Su reacción contra el sistema es más a flor de piel (por ello esta necesidad de hacer “acciones directas” constantes, como el enfrentamiento a policías). Cuando aseguran que el sistema los oprime, saben de lo que están hablando. No es sólo un discurso.

Tienen, por lo mismo debilidades orgánicas: son menos estudiados, por lo que sus acciones conllevan menos reflexión. Tan cerca de la calle, muchos de ellos estarán más cerca de la droga y del reventón que de la revolución, la creación y la emancipación.
Esta rabia (este amor y rabia) los vuelve sectarios y a la vez, son repudiados por el resto de la sociedad, incluso por muchos que deberían ser sus aliados naturales.

Sin embargo, esa misma cualidad los hace profundamente sensibles a la realidad. Estos martes explosivos parecen ser un recordatorio (como alarma de reloj) de que las cosas en el país no están nada bien.

***

Pasé por la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. Algunos simpatizantes del anarco veganismo ni siquiera creían que fueran verdaderos anarquistas los que harían atentados. Dicen que los protectores de animales son siempre muy pacíficos. La otra gran debilidad, el grueso de los chavos no lee.


*La biblioteca todavía existe. Pero se encuentra archivada, en búsqueda de capital para rentar un nuevo local...

Bombazos DF y Guadalajara (sobre la fiebre eco anarquista)

En la madrugada del martes se registraron dos explosiones en contra de dos sucursales bancarias en el DF. Una tercera explosión se realizó en Guadalajara, en contra de unos laboratorios. Este último fue reivindicado por el Frente de Liberación Animal (FLA).

Si las explosiones de la ciudad de México son reivindicadas por algún grupo anarquista se trataría de la quinta y sexta acción de este tipo en las últimas semanas en la ciudad.

Por su parte, el FLA dijo en un comunicado que “nuestra célula… se solidarizó con los ataques explosivos del DF”. Decidió reivindicar un ataque en contra de una empresa que utiliza a animales inocentes para torturarlos y esclavizarlos haciendo tratados con HLS! (SIC)”.

En el DF, la primera explosión ocurrió alrededor de las 3:00 horas en la sucursal de Banorte en avenida Cuauhtémoc y Pedro Romero de Terreros, colonia Narvarte. La segunda se registró cerca de las 4:00 horas, en una sucursal de BBVA Bancomer entre Boulevar Puerto Aéreo y Aviación Civil.
En entrevista con Carmen Aristegui, el procurador capitalino Miguel Ángel Mancera dijo que no hay elementos para vincular estos inicdentes con los anteriores.
Anarquismo

No todos los anarquismos son iguales. Hasta ahora, los que han reivindicado las acciones recientes, han demostrado ser cercanos al veganismo y a la protección de los animales.

La comunidad anarka o anarquista, precisamente por ser ecléctica, es difusa. El Hock, un joven que vende pasquines anarquistas en CU, explica que, aunque no sabe quién puede estar detrás de los hechos recientes, este tipo de acciones son simbólicas: se atenta contra símbolos (los bancos, las tiendas, las cadenas de comida en casos anteriores). Esto es muy diferente, por ejemplo, de las explosiones de Pemex, reivindicadas por el EPR, donde el objetivo fue también realizar un boicot a la paraestatal.

En México, de la enorme diversidad de corrientes anarquistas, los más activos son los anarco–comunistas–libertarios: “Los que estuvieron en Cancún, en Guadalajara”, dice El Hock.

– ¿En la comunidad anarquista se ha discutido el tema de las recientes explosiones?

– Se habla, pero no se discute a fondo.

– ¿No temen más represión a los anarquistas, debido a estas acciones?

– Independientemente de eso siempre hay represión. En muchos casos, a los anarquistas que deciden expresarlo con su forma de vestir, no los dejan ni siquiera llegar a las marchas, los encierran primero.

martes, 15 de septiembre de 2009

Los otros niños de Casitas del Sur

Lydiette Carrión
Ciudad de México

* Una versión resumida de este trabajo fue publicado en El Periódico el lunes 14 de septiembre de 2009.



Entrevistas a varios familiares de niños que estuvieron en Casitas del Sur documentan que muchos menores nunca fueron a la escuela mientras estuvieron en el albergue y desatendieron sus necesidades médicas.

Los testimonios también relatan cómo en las semanas previas al cateo de enero de 2009, trasladaban a los niños de una casa a la otra, de un albergue a otro. La última vez que vieron a los niños Cuadrilla Trejo fue cerca de Six Flags. Los trabajadores los bajaron del camión del albergue y se internaron en las colonias cercanas a la Pichacho Ajusco caminando… de los Cuadrilla Trejo, han explicado familiares en varias ocasiones, la policía no tiene ningún indicio.


LOS NIÑOS BAUTISTA

El señor Bautista tiene tres hijos que estuvieron en Casitas del Sur, desde 2005, hasta el día en que la procuraduría capitalina realizó el cateo. Le cuesta trabajo creer que Casco Majalca estuviera involucrada en la desaparición de 11 niños, ya que era muy amable. Incluso, una vez fue a África por dos meses, para ayudar a los niños de allá.

Pero sus hijos le han relatado cómo en las semanas anteriores al cateo, los niños eran trasladados a diversos lugares: los llevaban “a paseos en la playa”; pasaban varios días en casas de empleados de Casitas del Sur; llegaban personas desconocidas al albergue.

Para el señor Bautista, las cosas se empezaron a descomponer cuando Elvira Casco Majalca dejó de estar a cargo del lugar.

El señor Bautista accede a una entrevista, a condición de que sólo publique sus apellidos, y no mencione el nombre de sus hijos. La entrevista se realiza en un Vips cerca del metro Chilpancingo. Es un hombre todavía joven, con una voz baja, por momentos, casi inaudible.

Cuando se separó de su esposa, el señor Bautista se vio con tres hijos –un bebé de un año y meses, una niña de cinco y un niño de siete años-. Y comenzó el peregrinar en instituciones para que lo apoyaran.

“Levanté el acta de abandono de hogar, y nunca me hicieron caso en la Procuraduría capitalina. En la procuraduría, le dijeron: ‘la señora está dejando a sus hijos con usted, así que eso no es abandono de hogar’. Y así, chequé en otras casas hasta que llegué a la Casita del Sur”.

“Yo los veía cada fin de semana, todos los sábados de cinco a seis”, dice y asegura que sus hijos estuvieron felices ahí.

Por eso, cuando pregunta si es cierto que ahora Casco Majalca está presa por el delito de tráfico de menores, su rostro muestra una mezcla de consternación e incredulidad.

“Yo les preguntaba que cómo se sentían, si no les pegaban”, y ellos, dice, aseguraban que no.

Pero, explica, sí había castigos si se portaban mal. “Los paraban, castigados con un letrero [que decía por qué lo habían castigado. Por ejemplo]: ‘por faltarle el respeto a la maestra’”.

Una vez, recibió un reporte, porque su hijo fue grosero con una maestra. A las maestras en el lugar las llamaban “mamá”, explica. Le preguntó a su hijo por qué había sido grosero, y éste nunca le contestó. “Nunca habló al respecto. Dejó pasar como un mes”, y durante todo ese mes estuvo castigado. Y por eso no tenía visitas. Al final decidió hablar y aceptó que había sido grosero.



INEXISTENCIA ESCOLAR

Hasta hace unos meses recuperó a sus hijos. Pero de la documentación que entregó cuando ingresó a sus hijos a Casitas –actas de nacimiento, comprobantes de estudio, cartilla de vacunación—no volvió a ver nada.

“Fui a la central de la SEP en Iztapalapa, en Xochimilco… nada. Actualmente, en el nuevo albergue en el que se encuentran sus hijos, les harán un examen de colocación. Es como si sus hijos nunca hubieran ido a la escuela los últimos cinco años.



--¿Usted vio alguna vez los comprobantes escolares de los niños mientras estuvieron ahí?

--Daban una explicación de cómo iban los niños. Las niñas pasaban las boletas; las mostraban y las recogían de nuevo-- Dice que no recuerda si las boletas eran de la SEP o de otra institución.

--En la procuraduría, ¿qué les dijeron de los papeles?

--Nada.



El señor Bautista explica que antes de que ocurriera el cateo, alrededor de mediados de 2008, Elvira Casco Majalca se fue de ahí. A la persona que estaba encargada, le preguntaba por la directora y ella me decía que estaba enferma.



El señor Bautista procura ser mesurado en sus comentarios. Pero de pronto exclama. “No sé de qué manera los tenían callados. Si por medio de amenazas o qué”. Casi inmediatamente corrige: “Pero a mí sí me tienen confianza. Pero en la Procuraduría no hablan”.



Los tres hijos del señor Bautista fueron retenidos en el DIF nacional por casi dos meses después del cateo en Casitas del Sur. “Me los entregaron como si fueran pordioseros… mugrositos, sin bañarlos. Todo ese tiempo además, estuvieron separados.



--¿Qué hay de Ilse Michel?

--Mi niña me decía que llegó a conocerla, pero que de repente los separaban, que luego, durante los últimos meses, los andaban escondiendo.

“Derechos humanos, la procuraduría ya andaban tras de ellos. Entonces había ocasiones que se iban a la casa de unos de los que trabajaban ahí, por días. A veces se iban a paseos a la playa, y después los llevaban a la casa de un maestro”.

“Los andaban escondiendo. Eso me decía mi niña. Que [hacían esto] porque había polis. Entonces, pues ya sabían que habían descubierto algo”.

También llegaba gente del Walmart a darles regalos. “Pero eso está bien, ¿no?, que los ayudaran”.

Aunque su hija también le contó que de pronto llegaba “gente que no conocían”. Y que a sus hijos nunca los dejaban ver qué pasaba con esas personas o con qué niños estaban.

Quizá, explica, porque él estaba al tanto de sus hijos; porque la relación era buena. “Quizá yo estuve al pendiente. Y también ayudé económicamente”.

--¿Pero qué hay de los niños desaparecidos?—insiste la reportera.

El rostro del señor Bautista adopta una expresión confidencial. Dice: los tienen los propios empleados de Casitas. Mira, si te llevas a un niño, con todos sus papeles, ni siquiera lo tienes que sacar del país o la ciudad, lo cambias de colonia, ¿quién se va a dar cuenta?



LOS NIÑOS BELLO AZAMAR

Mayte Bello Azamar y su esposo Gabriel Ortiz se quedaron a cargo de tres de hijos de su hermana (dos niñas de ocho y trece), y un niño (de seis) que vivieron por cinco años en Casitas del Sur. Además la abuela (madre de Mayte) está a cargo de una niña más grande, llamada Susana.

En entrevista telefónica, se muestra renuente a hablar. Cuestiona: “¿qué gano al dar una entrevista?”. Ya bastante tiene con cuidar a sus sobrinos, además de sus propios hijos. Y además tiene que llevarlos al sicólogo de la PGJ, y ni siquiera le quieren dar cita por Xochimilco, sino que tiene que ir hasta Balderas y cruzar toda la ciudad.

--Pero, pues hay 11 niños desaparecidos.

--Sí-- admite. --Los niños...

Al final, accede a dar una entrevista telefónica. Y se explaya. Le gana la rabia.



“La más chiquita, de ocho años. Ella viene traumada. Ella llegó [al albergue] de tres años. Y sí las castigaban… Quisiera que me platicara bien, pero nada. Se agacha y se queda callada.

La más grande explica que “si no cantaban lo de su religión tenían que hacer planas [de escritura] de lo que tenían que cantar.



Mayte explica que ella y su esposo no tenían permiso de Casco Majalca para visitar a sus sobrinos, y sólo podían verlos la madre de ellos y su abuelo.



Pero una vez, hubo un problema con la mayor, Susana, ya que se quería escapar. (Mayte hace un paréntesis: “si hubieran estado bien, no se habría querido escapar, ¿no?) Entonces mandaron llamar a la familia para “tranquilizarla”, y como Mayte era la que vivía más cerca, llegó a Casitas del Sur, junto con su cuñado.



En la puerta tuvo un altercado con Casco Majalca, porque ésta calificó de “loca” a Susana. Por lo que Mayte ya no pudo pasar. Pero desde la puerta vio a los niños, que estaban “descalzos, flacos, con unas playeritas”.

La voz de Mayte Belloso cambia: “Mi hermana decía que estaban bien. Pero cada fin de año les decían [en el albergue] que sus hijas reprobaban.

“Elvira decía que sí las mandaban a la escuela. Pero en todos esos años nunca las mandaron a la escuela”. No hay registros ni en la SEP ni en ningún lado del historial escolar de sus sobrinas.

Actualmente la niña de 13 años está en cuarto de primaria. Y la de ocho, tiene el kinder. “Apenas si se sabe los colores”.

El enojo regresa a la señora Bello. Y dice: “Y ahora esto es mi responsabilidad”. Desde el 25 de junio, que está a cargo de sus sobrinas, ha pasado todo el tiempo tratando de buscarles escuela, de conseguir sus cartillas de vacunación, sus documentos. “Apenas si hay actas de nacimiento”.

jueves, 10 de septiembre de 2009

Anarquistas "Práxedis G. Guerrero" reivindican atentado contra Renault

Lydiette Carrión

Las Células Autónomas de Revolución Inmediata: Práxedis G. Guerrero (CARI) reivindicaron el atentado contra una automotora Renault, donde estalló un artefacto con gas butano.

Éste sería el segundo grupo de corte anarquista que reivindica una acción así en las últimas dos semanas en la Ciudad de México.

En un comunicado, enviado a diversos sitios de internet, este grupo aseguró que es autónomo e independiente y se desvinculó de “vanguardias políticas anarquistas y el movimiento anarquista en general; los grupos de cruz negra anarquista y apoyo a presxs (SIC, presos o presas), que existen en México y el mundo; grupos o colectivos de actividad política civil; cualquier espacio cultural o político”.

En el texto, critica al gobierno de Marcelo Ebrard por “gastar mil millones de pesos en la remodelación del reclusorio norte. Con el único fin de albergar cada vez mas presxs producto de la brutal represión y la injusticia social”.

El pasado 1 de septiembre se registró un acto similar en un cajero de Bancomer situado la colonia Jardines del Ajusco, delegación Tlalpan, que ocasionó daños materiales cuantificados en 350 mil pesos. Sin embargo, la Células Autónomas de Revolución Inmediata no reivindicaron este atentado.

Por el contrario, en varios círculos se atribuyó esta acción a otro grupo, también de corte anarquista, llamado Frente Subversivo de Liberación Global, el cual, en su momento reivindicó otras acciones similares en el Distrito Federal.

Por otra parte, el comunicado enviado por las CARI mostró solidaridad con el movimiento anarquista internacional: “Ni un abuso más contra lxs presxs, ni una prisión mas en estén mundo, solidaridad activa y revolucionaria con lxs presxs políticxs y de conciencia (SIC)”.

“Solidaridad activa con : Amadeu casellas de España, Alex Osorio de Chile, Giannis Dimitrakis de Grecia, Daniele Casalini y Francesco Porcu de Italia, Marco Camenisch de Suiza, y con todxs lxs presxs políticxs de México y el mundo”.

“Abajo los muros de las prisiones. Fuego a las cárceles junto a lxs carcelxs también!, son parte de las consignas del grupo.

Publicado en El Periódico el jueves 10 de septiembre de 2009.
Más info en el post: "Los otros rebeldes".

martes, 1 de septiembre de 2009

Un jinete llamado muerte



En “El jinete llamado muerte”, el conflicto moral y religioso de la Rusia que describía Dostoyevsky en Crimen y castigo no termina. Por el contrario persiste en el naciente siglo XX, cuando una ola de atentados terroristas sacudió a esa nación.

La película se centra en la figura de Zhorhz, líder de una célula terrorista u “organización de combate” que está bajo las órdenes del Comité Central.

Su frustración por amar a Helene –una mujer casada—se vuelca en la obsesión por matar al príncipe. Mientras, comparte la vida con Erna, su eterna enamorada, quien le reprocha siempre, dulcemente, que no la ama.

“El jinete llamado muerte” ilustra ese Moscú de las primeras décadas del siglo XX: calles rumorosas y transitadas, donde conviven el ropaje de los mujiks (campesinos rusos), la última moda francesa y los trajes tradicionales rusos. Donde las mujeres nobles o aquellas que aspiran a un mejor lugar en la sociedad se saludan en francés.

La música pasa del Can Cán de los teatros de variedad al ballet del teatro Bolshói. La trama transita desde el amor y el desamor, al conflicto persistente de la Rusia prerrevolucionaria: el socialismo y sus medios; la opulencia y la miseria; el porqué de la rebelión.

Pero al arrastrar ese conflicto permanente y oscuro del alma rusa, la película lo hace con una fotografía colorida, y con una rapidez fílmica cercana de algún modo al género policiaco o thriller estadunidense. Agilidad que se agradece.

Este conflicto se devela cuando Iván, un joven obrero que decide participar en el atentado terrorista contra el príncipe, enfrenta a Zhorhz y le dice: “Si no estás dispuesto a dar tu alma –no sólo tu vida--, entonces no somos diferentes de Smerdiakov” --en alusión al villano de Crimen y Castigo.

Pero para otros, el terror, el ser terrorista no es una cuestión de honor. Valentín, otro terrorista, explica: “El terror es la victoria de la persona contra el Estado”.

El jinete llamado muerte
2004, formato convencional, 106 min.
Director: Karén Shajnazarov
Guión: ALexandr Borodiniasky, Karén Shajnazarov


Publicado en El Periódico, lunes 30 de agosto 2009.