miércoles, 17 de febrero de 2010

Butanazos y derechos humanos

Pregunté a los hermanos Cerezo Contreras si conocen o saben sobre la defensa de Adrián Magdaleno González o si algún familiar se ha acercado a los canales tradicionales de ayuda a los presos políticos.

Ellos y la Limeddhh son quienes por lo general dan seguimiento, desde la perspectiva de derechos humanos, a aquellos casos que ninguna ONG quiere tomar.

En México, algunos casos son dejados de lado por las ONG, debido a que pueden generar el estigma de estar "defendiendo delincuentes" o "guerrilleros". Tal ha sido el caso, por lo general, de presos políticos, guerrilleros, anarquistas y todos aquellos que, se comprobó, han violado la ley establecida.

Cuando alguien viola la ley vigente por razones políticas, es difícil que las organizaciones más fuertes se avienten su defensa. Es triste, si se piensa que los derechos humanos, en teoría deberían ser para todos: no sólo presos de conciencia, políticos sino también para delincuentes comúnes.

Por ejemplo, en el caso de Jacobo y Arena (líderes del ERPI), las ong los comenzaron a defender hasta que se volvieron zapatistas. Pero cuando fueron aprehendidos, en 1999, se aventaron su proceso en tremenda soledad.

Lo mismo ocurrió, toda proporción guardada con el caso de Alberta y Teresa, en contraposición con la de Jacinta. Jacinta era en efecto, una simple observadora. Mientras que Teresa y Alberta se defienderon contra un abuso de autoridad por parte de la AFI. El abogado de Alberta y Teresa estuvo buscando apoyo de alguna ong durante mucho tiempo. Posteriormente, cuando Jacinta salió libre, el centro Prodh también tomó su caso.

Si es cierto que Adrián Magdaleno estuvo incomunicado por ocho días, se trataría de una violación gravísima a los derechos humanos. Es gravísimo, a pesar de que por lo que se le acusa es también gravísimo. Pero al denunciar esto, uno se convierte inmediatamente en un delincuente, en el imaginario de la sociedad.

Es entendible la posición de las ONG. De por sí trabajan contra la espada y la pared. Pero definitivamente no debería ser así.

Hace falta mucho por hacer en materia de cultura de derechos humanos.

Por lo pronto, lo que se dice en el subsuelo de la UNAM es que ni familiares, ni amigos o colectivos afines han buscado el asesoramiento en las ongs que por lo general retoman estos casos.

Dicen que el chavo está solo. Eso dicen.

Y mientras, algunos periodistas se preguntan: "¿Alguien tiene el teléfono de Adrián Magdaleno?, es que lo quieren entrevistar para la radio".

1 comentario:

  1. Anónimo5:28 p.m.

    A diferencia de las organizaciones burguesas legalistas y en pro de los derechos humanos, del tipo de Human Right Watch, Amnistía Internacional, Americas Watch y otras organizaciones religiosas, nosotros no exigíamos la condición de preso de conciencia; al contrario, hacíamos hincapié en que eran compañeros presos por atacar en lo concreto al Estado-capital, lo que los convertía en presos políticos y en prisioneros de guerra pero, tampoco subrayábamos esta “categoría” con la intención de apegarnos a los tratados internacionales en materia de guerra, tipo el tratado de Ginebra, sino con la intención de presentar de manera enfática la lucha a muerte contra el Estado-capital.

    no debemos limitar JAMÁS nuestra lucha a las cuestiones legales ni agotar todos nuestras fuerzas en pro de este tipo de recursos burgueses o dedicarnos a la denuncia como única arma en la lucha por la destrucción de las cárceles; debemos estar conscientes, consecuentemente con nuestras ideas, que cualquier ataque concreto al Estado-capital es un acto de solidaridad con nuestros compañeros y compañeras presas y, un golpe audaz en la lucha por la destrucción de las cárceles.

    fragmentos de entrevista:
    http://cnainforma.blogspot.com/

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