Me di una vuelta por algunos colectivos anarquistas (ojo, que no ecoanarquistas) para conocer con un poco más de precisión lo que se dice al respecto.
De acuerdo con algunos miembros de colectivos de la universidad, Adrián Magdaleno jamás intentó descarrilar el metro. El objeto que intentó hacer explotar era en realidad más cercano a los artefactos de gas que sacan humo que algunas porras colocan en los estadios, y que despiden humaredas con los colores del equipo que se apoya. La idea era ésa, explican. Causar caos entre la población, mas no herirla… eso se dice.

Otra joven me comentó que en realidad llevaban otros artefactos “a otra parte”.
Lo que sí pude sacar en claro es que Adrián sí es conocido entre los círculos anarquistas. Ha tratado de incidir en el mundo desde que iba en CCH Oriente; es pues chavo libertario conocido, organizado...
A la fecha no existe información de la defensa legal ni de Adrián Magdaleno, ni de los dos menores de edad que fueron aprehendidos el pasado 15 de diciembre. Las familias, aconsejadas por sus abogados defensores, han guardado silencio y su política ha sido la de no difusión del caso.
Lo que la defensa legal quizá no esté midiendo es que la apertura informativa (la responsable, por supuesto) puede ser un remedio contra irregularidades en el proceso, las cuales se presentarán con toda seguridad en los casos.
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Por otra parte, se ha aclarado que Magdaleno no estuvo incomunicado durante ocho días, como originalmente fue consignado.
La detención tampoco se realizó a las 10: 30 de la mañana, como informó la mayoría de los periódicos.
La nota periodística más cercana a lo que pasó realmente fue la de La Jornada. Los hechos se registraron entre 5:30 y 6:00 de la tarde.
Después de activar el aparato “sacagas” (que no intentaba herir a nadie, ojo), los chavos se fueron del vagón. Gente en el metro señaló a los responsables. Los encargados de seguridad del metro agarraron a Adrián en los torniquetes de salida.
Para varios de los chavos de colectivos anarquistas más clásicos, la acción fue de cualquier forma irresponsable, al ser efectuada en el metro. A pesar de que el objetivo no era dañar a la población, sí podía ocurrir un accidente debido al caos generado, explican.
Por su parte, el Frente de Liberación Animal/ México advirtió en un comunicado que aunque ellos no comparten esa postura, se han presentado casos dentro de la historia del anarquismo “que han decidido no sólo poner una bomba y matar al tirano sino que, por diferentes circunstancias han dañado también a terceros. Tenemos el ejemplo de Severino Di Giovani, anarquista italiano exiliado en argentina durante los años veinte. Severino se caracterizó como el ideólogo de la violencia, el no sólo asesinaba a tiranos y fascistas sino también a personas que como decía el por mala suerte estuvieron allí. Y no es que nosotrxs compartamos esta postura pero estamos segurxs que personas como Severino y otrxs se estarán viendo en mexico muy pronto, pues la tremenda crisis hará que muchxs individuxs se decidan a sacar su miedo…”.
Creo que vale la pena revisar los casos que ejemplifica el FLA. A fines del siglo XIX y principios del XX hubo varios grupos anarquistas unos, socialistas otros, que le apostaron al terror. Y perdón, pero ellos se llamaban a sí mismos terroristas. El término fue acuñado por aquellos que lo reivindicaban.
Anterior a la Revolución Soviética hubo una ola de atentados terroristas en toda Europa (ver post sobre la película “Un jinete llamado muerte"). Posteriormente, los comunistas y anarquistas más estructurados se deslindaron y repudiaron estas acciones. El propio Lenin, cuyo hermano había sido “pone bombas” ruso, advirtió que esa no sería su lucha.
Los anarquistas españoles (quiene fueron boicoteados por los socialistas en España, durante la Guerra civil española) repudiaron esa forma de lucha y se concentraron más en el tema de la construcción de comunidades autogestivas, autosuficientes y libres.
Los anarquistas mexicanos (Flores Magón, el más representativo) volteó a las comunidades indígenas con forma horizontal de organización.
Pues ahí está la historia para darse un volteón y revisar los resultados de cada una de las formas de lucha que han existido y cuáles han sido su resultado a corto, mediano y largo plazo. Pero por lo pronto, Magdaleno no puede ser acusado de terrorismo.
(Breve reflexión… ando lejos, agripada y recabando pedazos de historia de los más olvidados de México. Próximamente, crónica sobre un pedacito de historia de Guerrero.)