domingo, 9 de agosto de 2009

El negocio "altruista" de Casitas del Sur

Han pasado más de siete meses desde que 126 niños fueron rescatados del albergue Casitas del Sur. Pero hasta ahora las autoridades locales y federales no han reparado el daño que sufrieron estos menores de edad. Tampoco existe un padrón confiable y completo de los niños que viven en albergues de asociaciones civiles, como lo era Casitas del Sur.

La Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, en su recomendación 4/2009, dirigida a la Procuraduría de Justicia del Distrito Federal, y a la Secretaría de Desarrollo Social del Distrito Federal, señaló que se debe realizar un acompañamiento para que los niños que fueron rescatados de Casitas del sur reciban apoyo sicológico y social. Hasta la fecha no existe un diagnóstico público sobre el estado en el que se encuentran estos niños.

De acuerdo con fuentes del gobierno local, de los 126 niños, sólo 44 infantes ya se encuentran con sus familiares.

Además, dos niños siguen en el DIF, pero tienen averiguación previa en Morelos y Guerrero, y 78 continúan en el DIF nacional. Además dos niñas se escaparon del DIF nacional a los pocos días de haber llegado.

Las niñas que se fugaron, según fuentes del gobierno local, formarían parte de los 11 niños desaparecidos del albergue Casitas del Sur.

Sin embargo, asegura Trinidad, madre de Jesús Alejandro, uno de los pequeños desaparecidos, le han dicho en la Procuraduría Local que no son 11, sino más de 20 los infantes sustraídos en la capital.

Según el Proyecto presentado, Casitas del Sur atendía a 144 menores de edad en 2007: 85 niñas y 59 niños. El costo mensual por cada uno de ellos era de 2 mil 863 pesos; es decir, anualmente cada niño costaba 4 millones 947 mil 276 pesos, de acuerdo con lo que informó la organización.

La “Lista de niños en la Casita del Sur”, entregada a las autoridades ese año incluía a 147 menores de edad. Entre ellos, una niña de cuatro años llamada Andrea Casco Majalca, con los mismo apellidos de la directora del centro, Elvira Casco Majalca y quien ahora es testigo protegida por la Procuraduría General de la República.

Para el periodo del 1 de abril al 31 de julio, la organización entregó un nuevo padrón de beneficiarios con 148 menores de edad.

Entre ellos, Jesús Alejandro Espinoza Sánchez (uno de los niños sustraídos). De acuerdo con el padrón, en lactante tenía dos años, pesaba 9.5 kilos y medía 75.5 centímetros en ese entonces.

Aparece de nuevo una Andrea Casco Majalca, de seis años, Ilse M. Curiel Martínez, de nueve años (pero de forma inexplicable aparece enlistada junto a los de 11 años), con un peso de 28.5 kilogramos y un metro 30 centímetros, y los hermanos Juárez Ojeda Hefziba Magdalena, de 11 años, 36 kilos y un metros 38 cm de estatura;

Natanel Isaí, de 11, 37 kilos y 1.42 de altura; y Azael Israel, de 14 años, 36.4 kilos de peso y un metro 51 de estatura. A pesar de que los hermanitos Juárez Ojeda pasaron varios años en Casitas del Sur, jamás pudieron alcanzar un peso y talla correspondiente a su edad.

Los hermanitos Cuadrilla Trejo también están en el padrón: Brayan, de siete años y 24 kilos; Jorge, de 10 años y 26 kilos; y Sergio Iván, de 11 años.

En el padrón también apareceenseis mujeres jóvenes de 18 y 19 años, a pesar de que el refugio no estaba contemplado para mayores de edad.

La semana pasada, los familiares de Ilse Michel, Jesús Alejandro y los hermanitos Ojeda Juárez revelaron que las investigaciones han dado indicios que por lo menos Ilse Michel fue sacada del país. La PGR no ha desmentido las afirmaciones.

El escándalo de Casitas del Sur se destapó a inicios de este año, cuando padres de infantes en el albergue denunciaron que no los dejaban ver a sus hijos. Entonces, se reveló que por lo menos nueve habían sido sustraídos de la casa hogar a la cual la Procuraduría de Justicia del Distrito Federal estaba canalizando menores. Actualmente hay 11 menores desaparecidos.

EL NEGOCIO DE LA ASISTENCIA PRIVADA

De acuerdo con el Proyecto de Trabajo presentado por Reinsac, Reintegración Social AC, a la cual pertenecía Casitas del Sur, a las autoridades capitalinas para solicitar fondos, esta organización creó una importante red de apoyos y ayudas tanto en la iniciativa privada como estatales.

Entre sus “coinversionistas” en 2008, reportó en el documento (del cual EL PERIÓDICO tiene una copia) estaban: Walmart de México, Muebles Troncoso SA de CV, la Fundación Licio y Gloria Lagos Terán AC, Fundación Sólo por Ayudar IAP (constituida en 1985 por Lolita Ayala), Industrias de Maíz Puebla SA de CV, Desarrollo Integral del Individuo AC, Gráficos Western SA de CV, Alimento para Todos IAP.

Según el programa de Financiamiento para la Asistencia e Integración Social en el Distrito Federal 2008, entregado a las autoridades locales para solicitar apoyo económico, las Casita del Sur recibiría apoyo en materia de asesoría y educación del Instituto Nacional de Educación para los Adultos. Además, dentro de las organizaciones que “colaborarán y participarán en la comunidad”, incluyen a la Comunidad Tocani Montessori, “en la supervisión y asesoría del grupo de preescolar”; con la delegación Tlalpan; y con alumnos de la preparatoria del Colegio de México, entre otros.

Pero Reinsac ya había recibido donativos de otras instancias en años anteriores. Incluso en 1998, durante sus trabajos de ayuda por las inundaciones en Chiapas, recibió aportaciones de Pemex y Grupo CFC, entre otros.

Reinsac fue constituido en 1994, ante notario público, por Antonio Domingo Paniagua Escandón (quien, de acuerdo a los registros de la Secretaría de Gobernación, está registrado como líder religioso de la Iglesia Cristiana Restaurada), César Octavio Mascareñas de los Santos (también miembro de la Iglesia Cristiana Restaurada), actualmente prófugo.

El 7 de mayo de 2003, Reinsac renovó su mesa directiva, y quedó a cargo Evira Casco Majalca, Georgina Delgado Medina, Guillermo Olguím Sacristán. En el documento que da cuenta de ello, los representantes de Reinsac asentaron que “la gran mayoría de nuestros colaboradores se suscriben a las creencias básicas del cristianismo y es nuestro deber informarlo así”.

De acuerdo con documentos oficiales, Elvira Casco Majalca es enfermera jubilada del Hospital de México y egresada de la Escuela Nacional de Enfermería y Obstetricia de la UNAM. A sus 61 años, nunca se casó, según su expediente. Actualmente, a pesar de haber sido señalada como responsable de la desaparición de 11 niños, Casco Majalca es testigo protegido.


UN PADRÓN DE NIÑOS, INEXISTENTE


Ninguna instancia gubernamental tiene un padrón definido de las asociaciones civiles que tienen a su cargo niños, como lo fue Casita del Sur. Tampoco existe un padrón definido de los niños que se encuentran hospedados en estos lugares.
Sólo existe, en la Dirección General de Igualdad y Diversidad Social un padrón de organizaciones sociales. Pero en éste no sólo se encuentran los albergues de asistencia privada, sino cualquier otra asociación civil.

Éste problema es uno de los puntos de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal señaló en su recomendación 4/2009, dirigida a la Procuraduría de Justicia del Distrito Federal, y a la Secretaría de Desarrollo Social del Distrito Federal. Hasta la fecha ese padrón no existe. En México no existe un censo de los niños que viven en albergues privados, ni en qué condiciones se encuentran.


Nota: Una versión de este trabajo fue publicado en tres notas en "El Periódico", del 3 al 6 de agosto de 2009. Aunque el tema de Casitas del Sur ha sido tratado hasta el cansancio en casi todos los medios periodísticos, sigue impune en los hechos.

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