jueves, 2 de julio de 2009

Movimiento anulista: frívolo

El movimiento anulista se puede comparar a lo que en su momento fue el "voto útil". La urgencia de sacar al PRI de Los Pinos jamás estuvo acompaña de un análisis que revelara por qué es fallido el sistema político mexicano.

Sé que este movimiento tiene gran importancia coyuntural y es producto de una búsqueda de varios sectores sociales por cambiar el rumbo de la política en México. Pero considero que tiene fallas de origen severas.

En el movimiento anulista no hay una sola mención a que la clase política (o bien, los políticos) pertenecen a un sistema económico y social y son producto de éste. Con todo respeto para mis amigos pro anulistas: ¿deveras creen que este movimiento (que por lo demás, dicen analistas, va a permitir que el PRI tenga mayoría absoluta en la Cámara) va a regenerar a los políticos mexicanos?

Me pregunto dónde están los análisis serios del sistema mexicano por parte de todos aquellos intelectuales que han apoyado el movimiento nulo... y dónde están los análisis de los intelectuales en general... junto con la caída del muro de Berlín, se cometió el error de desterrar los análisis que cuestionen los cimientos del Estado. Se desterraron los estudios económicos y políticos. Rescatamos lo más nefasto del postmodernismo: nos quedamos con "lo inn", el oropel, la deconstrucción...

¿Dónde se encuentra el análisis fundamental, que explique por qué el Estado mexicano no está funcionando?, ¿qué clase de políticos esperaban de un sistema que permite la creación de fortunas obscenas, como la de Carlos Slim o la del Chapo Guzmán (él también es producto del Estado mexicano), junto a más de 50 millones de pobres, y municipios con niveles de miseria similares a los del África negra?

También insisto en el carácter cursi del movimiento anulista. Dicen sus promotores: se trata de un castigo a los políticos de todos los partidos. Con todo respeto, ese es el castigo que utilizaría una niña de secundaria agraviada con su galán: no contestarle el teléfono, no llevarlo a una fiesta. Y después (de las elecciones, del enojo) seguir de nuevo, sin ningún cambio profundo o trascendente.

En el movimiento anulista: ¿dónde están las propuestas de organización ciudadana que excluyan el sistema de partidos? Ok, la clase política es una basura. ¿Entonces qué vamos a hacer?, ¿cómo nos organizamos? ... claro, también puede ocurrrir como en el 2000. Por sacar al PRI de Los Pinos, metimos a un ranchero con botas, retacado de Prozac...

Concedo que el movimiento anulista no tendrá repercusiones reales severas en la conformación del sistema político y que sí ha traído a la discusión del problema en los medios de comunicación. Sin embargo, esta discusión ha sido como todo el movimiento mismo: superficial, llena de catarsis de personajes agraviados con las circunstancias.

La última pregunta que puedo lanzar al aire es la siguiente: ¿qué hacemos los periodistas por dotar de contenido a un problema que ya es ineludible?

Quiero aclarar que yo no creo en el sistema de partidos como tal. Pero considero que la discusión debe ir más alla de la coyuntura, evaluar con profundidad los resultados, pero, sobre todo, hacer propuestas que deveras den un giro al acontecer mexicano.

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