martes, 31 de agosto de 2010
Coahuila. Zona del silencio
Pareciera que la zona del silencio se extiende por Coahuila.*
Desde hace unos años, el estado de Coahuila comenzó a ser señalado por la prensa local como un lugar en el que la desaparición de personas es inquietante, por frecuente, e impune en la mayoría de los casos.
Según las cuentas de las organizaciones “Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos en Coahuila” (Fuundec) y el Centro Diocesano para los Derechos Humanos Fray Juan de Larios, en Coahuila se han presentado por lo menos 80 casos de desaparición forzada de 2007 a la fecha.
Hay que recordar que la desaparición forzada involucra a policías, militares, representantes del Estado, o por lo menos algún funcionario tuvo algún nivel de conocimiento. En estas cuentas no están consideradas aquellas personas que un día ya no volvieron a casa, como es el caso de Fanny, la jovencita que ilustra este post, desapareció en 2004 y se presume fue secuestrada por el crimen organizado.
De los 80 casos que las organizaciones han documentado a la fecha, la mayoría de ellos son varones de entre 17 y 40 años. Una de las personas desaparecidas es un niño de 8 años y tres mujeres de 25, 29 y 39 años.
Los lugares donde se han perpetrado las desapariciones, hasta ahora documentadas son: Saltillo 28, Piedras Negras 13, Torreón 11, Ramos Arizpe 10, Matamoros 5, Monclova 4, Nava 3, Parras 2, Zaragoza 1, todos municipios de Coahuila, y tenemos registrados datos de 3 desapariciones de vecinos de este estado, en Tamaulipas.
Los datos por año son: 3 desaparecidos en 2007 en 1 evento, 6 desaparecidos en el 2008 en 4 eventos, 35 desaparecidos en 2009 en 11 eventos, 36 en 2010 en 11 eventos.
Los elementos comunes que encontraron las organizaciones de derechos humanos son: “las denuncias formales interpuestas no son investigadas como desaparición de persona u otro delito similar, bajo el argumento de que el delito no está tipificado o no hay elementos para generar línea de investigación;
“En la mayoría de los casos se remite a los familiares a presentar su denuncia en las dependencias encargadas de conocer sobre ‘extravío de persona’;
“Las dependencias encargadas de la procuración de justicia federal y estatal declinan competencia entre ella para la investigación;
“En varios de los casos no se abre Averiguación Previa, las denuncias quedan registradas como actas administrativas o circunstanciadas; se somete a las familias a dar sus testimonios reiteradamente a las mismas dependencias donde ya presentaron sus denuncias;
los funcionarios intimidan a las familias insinuando que a sus “familiares los desaparecieron por algo”, por lo tanto que no hay más que investigar e incluso les sugieren que no presenten denuncia formal;
“En casos donde hay datos que involucren a elementos del Ejército Mexicano o de corporaciones policíacas estas líneas de investigación son desacreditadas o desechadas de entrada;
“El Presidente de la República y el Gobernado se niegan a dar audiencia a las familias";
"El perfil común que caracteriza a todas las personas desparecidas es ser ciudadanas y trabajadores comunes y corrientes. No hay datos que los identifique por una actividad o interés común y mucho menos por estar involucradas en actividades ilícitas".
Las niñas del narco
También desde 2004, en Coahuila se presentó otro fenómeno: una ola de desapariciones de jovencitas, de las cuales, las principales líneas de investigación han sido el rapto por parte de organizaciones criminales.
De ello, son emblemáticos dos casos: el de Silvia Stephanie Sánchez - Viesca Ortiz, "Fanny" en 2004 (del cual Quitzé Fernández hizo un excelente seguimiento periodístico); el de Adela Yazmín Solís Castañeda, desaparecida en Torreón en junio de 2004; y el de Mayela Paola Múzquiz Aguilar, de 21 años, desaparecida el 9 de agosto de 2004.
Estos casos han quedado impunes. Y las familias destruidas.
Oaxaca
Los datos de Coahuila son escalofriantes, incluso si comparan con otros estados de gran impunidad. De acuerdo con una nota del diario El Universal, “representantes de organizaciones indígenas y de derechos humanos denunciaron este lunes en Oaxaca la desaparición forzada de al menos 22 personas en los últimos 14 años en la entidad, de las cuales ninguna ha sido aclarada por las autoridades estatales o federales.
“En conferencia de prensa, Juan Sosa Maldonado, representante de la Organización de Pueblos Indígenas Zapotecos (OPIZ), de la región Loxicha, en compañía de Emelia Ortiz Ramírez, hermana de las desaparecidas Daniela y Virginia e integrantes del Movimiento Unificador de Lucha Triqui (MULT), así como del asesor jurídico de la Liga Mexicana por la Defensa de los Derechos Humanos (Limeddh), Isaac Torres, acusaron al Estado Mexicano de emprender una "guerra sucia" en todo el país”.
En otras palabras, ¿22 personas, en Oaxaca (con toda la problemática que ha sufrido este estado), contra 80 en Coahuila? Y ello sin contar los casos de desapariciones de mujeres jóvenes y adolescentes… Coahuila duele.
*La Zona del Silencio está localizada en el conocido Vértice de Trino, donde convergen los estados de Durango, Chihuahua y Coahuila.
Para leer más: "La desaparición de Fanny"
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