jueves, 29 de marzo de 2012

La desgracia de llamarse Aldo (o los nuevos presuntos culpables)



*Columna "Rendija", publicada el 28 de marzo de 2012 en El Universal Gráfico.

Es imposible olvidar a Mariel Solís cuando fue exhibida por la procuraduría capitalina como integrante de una banda de asaltantes. Enfundada en uno de esos chalecos fosforescentes y el rostro angustiado, como sin poder creer lo que estaba pasando.
Pero su caso, hasta cierto punto, tuvo un desenlace positivo: se comprobó su inocencia; y el error de la procuraduría fue denunciado hasta el cansancio por los medios.
Mariel debe esto a su familia, a sus compañeros y amigos que no se quedaron con los brazos cruzados. ¿Pero que hubiera sido de Mariel si, en vez de ser una estudiante universitaria, fuera una trabajadora doméstica o  desempleada? Probablemente su foto en la procuraduría seguiría dando vueltas en internet, sin ningún tipo de aclaración. No podría conseguir un empleo y sería estigmatizada de por vida, incluso después de haber sido absuelta.
Esto es lo que pasa con la mayoría de los casos. Y el asunto es mil veces peor, si el individuo ha sido acusado por delitos sexuales o secuestro. Su vida jamás será la misma, aunque sea inocente. 
Aldo Christopher Granada González tuvo la mala suerte de que la policía andaba buscando a Christopher Aldo González Rivera, por el delito de homicidio calificado y secuestro.
Como sus nombres se parecían, Aldo Christopher fue detenido y exhibido en noviembre de 2009. Estuvo preso hasta julio de 2010  --incluso después de que el verdadero asesino fuera encarcelado-- y su foto quedó de recuerdo en la sección de “los más buscados” de la procuraduría capitalina, meses después de haber recuperado la libertad.
La Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal presentó la recomendación 03/2012 contra la práctica de exhibir públicamente a las personas privadas de la libertad, sobre todo al inicio de la investigación. Pero la solución de fondo también pasa por un elemento clave: la policía debe investigar verdaderamente y dejar de actuar de forma precipitada y ansiosa. ¿Cómo es posible que una persona ingrese a la maquinaria de las cárceles y los juzgados porque comparte dos nombres y un apellido con otra persona, y a pesar de que los testigos dijeron que no se parecía al verdadero responsable? ¿Cómo confiar en una procuraduría que comete errores tan… francamente de primaria?

·         @lydicar

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