** Columna "La Rendija" publicada en el Universal Gráfico el miércoles 15 de febrero de 2012
El señor Tomás es como casi cualquier
otro ser humano: con virtudes y defectos, y lleno de afecto para su
familia. Sin embargo, en su caso, esta familia no es humana; se
compone por perros y gatos que, junto a él, comparten la dura
realidad de vivir en la calle.
Tomás -que también responde al nombre
de Agustín o Pablo- es un hombre mayor en situación de calle. Por
años ha sido conocido entre las organizaciones protectoras de
animales, ya que desde su situación de calle, ha rescatado a decenas
de animales de Tultitlán, Estado de México.
A mediados de enero, sin embargo, el
antirrábico y la policía municipal realizaron un extenso operativo
para llevarse a sus perros. Un policía amagó al señor Tomás con
una pistola. Las autoridades alegaron que había una queja de los
vecinos y que los perros habían atacado a personas. Sin embargo,
nunca se aportaron evidencias o casos.
Los perros iban a ser sacrificados el
31 de enero. Pero la asociación Nuestros Hermanos sin Voz coordinó
una movilización en la que participaron otras organizaciones. Al
final, entre todos lograron negociar con las autoridades municipales,
y acordaron que los perros serían trasladados a un albergue en el
estado de Hidalgo. Al señor Tomás se le permitiría conservar
cuatro de ellos en el terreno donde vive.
Durante el tiempo en que Tomás estuvo
separado de sus perros, su salud se deterioró bastante. Ahora, los
esfuerzos se concentran para que la recupere. La solidaridad que le
ha demostrado es el mejor regalo del Día de la Amistad que pudo
haber tenido.
Esta historia, hasta ahora, ha tenido
un final feliz. Sin embargo, cuando se trata de mascotas, casi nunca
lo es. Según protectoras de animales, siete de cada 10 perros
regalados -en fechas como Navidad o San Valentín- terminan en las
calles. Ni hablar de la suerte de los gatos.
Veterinarios han detectado que la
Marquesa es lugar favorito de familias para abandonar a aquellos
cachorros que les regalaron en Navidad. Para Semana Santa, los
perritos que fueron regalados el 25 de diciembre están vagando por
la carretera. Muchos mueren atropellados. Y mientras sufren
muchísimo. Además, se genera un problema de salud y seguridad
pública.
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