Lydiette Carrión
 
 
El líder de una banda de judiciales extorsionadores ha sido restituido a su cargo. Le regresarán su placa y además, le pagarán salarios caídos. Con nuestros impuestos.
 
El 8 de mayo de 2008, Yasser Serna y Sinhué Peralta platicaban afuera de una tortillería en la colonia San Felipe de Jesús. Eran las 7 de la noche. Adentro, el dueño del negocio hablaba con su contador, Óscar Barrera, y otra persona, cuando unos judiciales llegaron en 3 autos. Los encañonaron, los torturaron, les sentenciaron el consabido “ya valió madre, jijo de tu…”.
 
Los polis, liderados por el comandante Gustavo García Tello, exigieron dinero y autos para liberarlos.
 
Los vecinos habían llamado a la policía preventiva. Dos valientes agentes se encañonaron con los judiciales. No se podían llevar a los civiles hasta que se identificaran plenamente  y mostraran una orden de aprehensión. Sin embargo, llegó un superior, y éste los dejó ir debido a que en efecto eran ministeriales.
 
Meses después, el informe de los preventivos probaría que los judiciales habían mentido en todo.
 
La pandilla de García Tello, enchilada por el zafarrancho, puso a Yasser, Sinhué y Óscar a disposición de un juez. (Al dueño de la tortillería y al otro hombre los dejaron ir un par de días después.) los judiciales Rosalba Chaparro y Raúl Santos, que no participaron en los hechos, firmaron un parte y se equivocaron en todo: en vez de una tortillería, mencionaron una hojalatería, por ejemplo. Esto y otras cosas probaron la inocencia de los tres detenidos. Incluso los “testigos” admitieron que habían sido amenazados para inculparlos.
 
En abril de 2009, una juez ordenó la libertad de los jóvenes. El MP apeló y un tribunal ordenó la reaprehensión. Derechos Humanos del DF ya investigaba los hechos y Yasser, Sinhué y Óscar eran fugitivos.
 
El 16 de febrero de 2010 fueron absueltos.
 
Tomás Javier Alarcón y Víctor Hugo Soto, dos de los policías que participaron, actualmente tienen sentencias de 57 años por secuestro. Circulaban con un comerciante amarrado y embozado, cuando fueron detenidos.
 
La única sanción para García Tello fue su destitución el 9 de agosto de 2011. Apeló y recientemente fue restituido a su cargo.  Los agraviados presentarán un amparo para que la PGJ ejercite acción penal. La pelota está en la cancha del procurador Jesús Rodríguez Almeida. 


*Columna Rendija publicada en el Universal Gráfico el 13 de septiembre de 2012