El Estado de México es conocido por tener un alto índice de feminicidios y desapariciones de mujeres, con cifras incluso por encima de Ciudad Juárez. Pero no sólo las mujeres pueden ser víctimas. Los hombres también desaparecen y sus familiares quedan a merced de sistemas de justicia poco eficientes.

La historia de Francisco Iván Serrano Hernández lo ilustra. Francisco, de 34 años, es descrito por su familia como un hombre de bien: primer trompetista de la Sinfónica del Instituto Politécnico Nacional, segunda trompeta en Bellas Artes y miembro del grupo de reggae “Los Rastrillos” desapareció el miércoles 5 de octubre de 2011.

Él estaba divorciándose de su esposa y había comenzado otra relación. Se dirigía a casa de sus suegros para hablar y quedar en buenos términos, en Ozumbilla, Tecámac, Estado de México. El último mensaje de celular lo envió a su novia y le informó que ya había llegado a su destino.

El jueves, Francisco no llegó a su trabajo como músico. Sus compañeros informaron a la familia. El viernes 7 de octubre, la familia lo reportó como desaparecido ante CAPEA.
Karla, hermana de Francisco, explica que CAPEA llevó el caso al segundo turno de la procuraduría de Tecámac, Estado de México. El caso fue avanzando relativamente: los ministeriales consiguieron la sábana de datos del teléfono de Francisco (aunque la familia ya lo había conseguido por otro lado). Se determinó que la última llamada que hizo fue a su esposa, y la realizó en Ozumbilla.

También se determinó que los últimos días, Francisco había estado en constante comunicación con su esposa, quien cada vez que hablaba con él llamaba inmediatamente después a un número Movistar desconocido.

Lo mismo ocurrió ese 5 de octubre. Después de hablar con Francisco, la joven llamó a ese número y después, jamás intentó hablar con Francisco. La joven fue interrogada al respecto y dijo que no se acordaba de quién era ese número “misterioso”. La policía mexiquense le dijo que fuera a su casa y tratara de “recordar”. Y que después volvería a ser interrogada. Se fue. Desde entonces, nadie sabe dónde está.
En enero, sin embargo, los ministeriales que llevaban el caso fueron relevados y el caso se frenó, denuncia Karla, hermana de Francisco. Un caso más, en el que los familiares siguen esperando noticias de su ser querido. 

*Columna Rendija publicada el Miércoles 16 de mayo de 2012 en El Universal Gráfico