domingo, 30 de agosto de 2009

Ven y mira II, balas de verdad (crónicas de una infancia marxista)


Ven y mira, además de ser una excelente película y un testimonio de cómo percibió la Unión Soviética su papel en la segunda guerra mundial, también es un anecdotario de una forma diferente y descabellada de hacer cine. Diferente, al menos, de cómo la realizamos desde occidente, bajo una tradición hollywoodesca.

La premisa es simple y poderosa: un niño se une a las milicias que combaten la entrada del ejército nazi en una región de Bielorrusia. Su mirada infantil va conociendo todas las atrocidades de los nazis, las traiciones de algunos de sus compañeros, el dolor de la guerra.

Pero, según el kit de prensa que Mosfilm difundió para promocionar la primera semana de cine ruso en México, se usaron municiones reales (además de uniformes reales, por supuesto). “El actor Aleksei Kravchenko ha descrito en entrevistas balas pasando cerca de 10 centímetros por encima de su cabeza”.

Me pregunto qué necesidad tenían de filmar con balas de verdad. ¿Sería acaso convocar la (bienllamada) ruleta rusa?

Gran película, caray. Gran película. Con esta información se confirma que aquello que hace única a la cultura rusa es tener un pie en Oriente, y esa cercanía es interpretada o acercada a Occidente. ¿Si no, de qué otra forma se puede justificar la utilización de municiones reales? Si de acuerdo con los realizadores de cine mexicanos, la bala verdadera se escucha falsa en las películas…

La trivia de "Ven y mira continúa.

Haciendo honor a la experimentación síquica y paranormal que la Unión Soviética realizaba en los años setenta (aunque la película es ochentera), el director tenía previsto que Aleksei Kravchenko, el protagonista (quien en ese momento era menor de edad), fuera hipnotizado por un psicoterapeuta durante los más terribles escenas de violencia, para que no se afectara “su joven mente. Sin embargo Kravchenko resultó no ser susceptibles a la hipnosis y tuvo que fingir todo el camino” (SIC).

Me pregunto si al preocuparse por el bienestar de la joven mente de Kravchenko, a los realizadores no les preocupó su bienestar físico al usar las mentadas balas de verdad.. pero en fin..

Finalmente, el nombre original de la película que suponía tener era “Maten a Hitler”. El nombre tuvo que ser cambiado porque no se consideró “apropiado” en ese momento.

Ver también: Ven y mira

El Centro Histórico, Slim y El Santo


A mí me cuesta trabajo pensar en el Centro Histórico que imagina Carlos Slim, porque conocí sus rincones sombreados. No los más oscuros, pero sí los suficientes para darme cuenta que en México hay realidades fantasmales.

Llegué a entrar a la pirámide oculta en el sótano de la calle de Argentina, abrazada por la humedad del sótano de la enorme casona colonial.

Conocí algún taller de costureras en las calles que están detrás de Catedral. Talleres donde las mujeres sólo hablaban náhuatl u otra lengua extraña para mí, y para acompletar el gasto, servían comidas corridas a los artesanos que ponían sus puestos junto a la pirámide del sol. Ahora, ahí se encuentran antros de moda, o centros culturales.

También entré a los hostales para extranjeros mochileros en la calle de Ururguay. Paraísos para crear paraísos artificiales, en los que puedes pagar por noche y fumar marihuana.

Y también conocí sus burbujas del tiempo.

La primera vez que las descubrí, estaba en la Academia de San Carlos. Era principios de 2002. Había sido casi imposible caminar dos cuadras, desde la cantina El Nivel hasta la puerta de la academia, porque el ambulantaje estaba en su momento más crítico. Ya estaban colocados los vendedores de nuevo, a pesar de que la calle todavía olía a gas pimienta del enfrentamiento con la policía, dos horas antes.

Crucé el patio de San Carlos. Era imposible concebir esa paz, la humedad y frescura del aire, la forma en que la luz iluminaba el sitio a tan sólo una puerta de la calle, la gente, los gritos, el gas pimienta, el olor de alcantarilla.

Cuando llegué al salón, descubrí que ese día no habría clases. Sin nada que hacer, subí a la azotea. Y ahí fue cuando comprendí el filo en que se mueven las dualidades del centro.

Se revelaban, pintadas de oro y sangre por el sol, las azoteas y las cúpulas de los palacios, las casonas, las mansiones heredadas de la época de la plata en la Colonia.

El ruido de la calle apenas llegaba. Pero si uno se asomaba hacia abajo, era alucinante. Como hormigas se veían los cientos de vendedores ambulantes y sus clientes retacando las calles, casi escalándolas para conseguir un poco más de piso. Las calles que se extendían rumbo a La Merced estaban dejadas a su suerte. Las casas del siglo XVIII y XIX, acondicionadas como bodegas, cayéndose a pedazos.

Bajé la escalera y fui a visitar a un amigo que se encontraba en el taller de grabado. Por esas fechas estaba realizando una serie del luchador El Santo peleando contra demonios.

En ese entonces el Santo cobraba fuerza de nuevo entre el radical chic mexicano. Ahora, el Sears ha puesto a la venta una marca de ropa con motivos de El Santo. En la Condesa hay una tienda exclusiva del Santo.

En 2002, Carlos Slim, que entonces figuraba entre los diez más ricos del mundo cabildeó con el gobierno de la Ciudad de México para rescatar el Centro Histórico.

Entre todos crearon una Fundación que pretende convertir el primer cuadro de la Ciudad de México en una zona de alta plusvalía.

En una primera etapa --que en la actualidad ha sido concluida-- el proyecto incluye el espacio comprendido entre las calles de Moneda y Eje Central y desde la Catedral hasta llegar a Izazaga. También incluye la Alameda Central.

Se trataba de limpiar, remodelar el centro histórico; acondicionar los edificios con valor histórico y ofrecerlos como oficinas de lujo o departamentos tipo loft. Actualmente, muchos de estos espacios se rentan o venden en dólares. Obviamente, los indeseables también tendrían que irse: niños de la calle, prostitutas, indigentes.

El GDF, gobernado por la izquierda y Carlos Slim pusieron manos a la obra.

La tarea era colosal. Actualmente, las organizaciones no gubernamentales se quejan de que existe una política de “limpieza social”: la policía hostiga hasta el cansancio a los niños y jóvenes en situación de calle del centro histórico y Garibaldi.

Entonces, las familias pobres, los llamados lúmpenes por Marx (vendedores, albañiles, el caquito del barrio, las familias de seis amontonados en un cuartito) que habían habitado el Centro cuando nadie quería vivir ahí fueron sustituidos por: estudiantes universitarios y extranjeros, parejas de profesionistas sin hijos, artistas plásticos, escritores.

A muchos de ellos les gusta El Santo. Los viernes por la tarde, van a las luchas. Le van a los rudos, y a Los Perros del Mal. Algunos no saben que los Perros del Mal, como toda la Lucha Libre en México, es apadrinada por Televisa.

Los que fueron desplazados también van a las luchas; los que vendieron su casa en ruinas y ahora la ven convertida en un palacio.

Pero no ha resultado tan bien. Dice Ponce, habitante del centro. A los niños bien les gusta el centro un rato. Después se cansan de que no hay estacionamiento, de que, por más que quieran, hay marchas diario. Además, fuera del perímetro que las autoridades han limpiado, las demás vecindades están de miedo.

Ven y mira (crónicas de una infancia marxista)



La primera y única vez que vi “Ven y mira” fue en la televisión. Probablemente el canal 22. Yo tendría aproximadamente 11 años.

Mi papá estaba emocionado y aseguró sin titubear que se trataba de la mejor película que describía el drama de la segunda guerra mundial. Se sentó a verla conmigo y me señaló cada detalle sobre la hechura del filme; insistió en que apreciara la calidad de las actuaciones, provenientes de un país, en el que, para ser actor había que estudiar muchos años, y no ser una chavita con nariz operada de Televisa.

Me señaló la belleza del montaje (proveniente de la cultura que, de hecho, había inventado el lenguaje cinematográfico), los recursos fílmicos; pero sobre todo, recalcó una y otra vez que la Segunda Guerra había terminado gracias al valor del pueblo soviético:

--Cuando yo vivía en la URSS—decía--, no había una sola familia que no hubiera perdido por lo menos a un familiar en la guerra”.

La URSS se desbarrancó hace más de 20 años y evidenció una serie de fallas, vacíos y actos de terror en el régimen soviético.

Hoy no hay guerra fría. Sólo interminables series de televisión y películas sobre la mafia rusa que evidencian la podredumbre que se creó durante el régimen socialista. Algunas, excelentes, otras francamente ridículas.

“Ven y mira” sigue siendo para muchos un recurso fílmico de la propaganda soviética. Mandada a hacer expresamente por el Partido Comunista, para el aniversario XL del fin de la II guerra mundial.

Todos los años voy y miro en el cine una película nueva sobre el Holocausto. Voy y miro en series de televisión o bajo la firma de Steven Spielberg el drama de algún Abraham, de alguna Esther, que padecieron el yugo nazi y fueron liberados por los aliados. (No he hallado ningún filme, es más, ningún cómic que relate cómo los judíos han exterminado al pueblo palestino; porque, el discurso oficial es que los judíos siguen siendo victimizados por los terroristas árabes).

También, algunas otras películas retoman la crueldad de los soviéticos en Polonia (la cual fue verdad y es una cuenta pendiente del pueblo ruso) o hacia los grupos de gitanos en la Europa del este.

Hay pocas películas de Hollywood que expliquen cómo antes de entrar a la guerra, los magnates estadunidenses apoyaban la política de limpieza social de Hitler. O cómo éste fue apoyado por la Iglesia Católica romana.

El pueblo gitano no tiene tanto dinero ni tanta estructura para poder hacer una película anual que recuerde el exterminio al que fueron sujetos.

Sobre los experimentos médicos que los japoneses realizaron contra poblaciones chinas tampoco hay muchas películas. (Sólo recuerdo una, que se exhibió en un ciclo de cine de violencia extrema en la Facultad de Filosofía hace algunos años. La película se jactaba de haber matado a un gato de verdad para filmar una de las escenas.)

Los libros de historia sobre este periodo señalan la traición y la crueldad de Stalin. Mencionan de pasada que 20 millones de soviéticos murieron tratando de detener –sin equipo, sin táctica de guerra, ya que Stalin ya había descabezado a la mayoría de los grandes generales del Ejército rojo—la avanzada nazi.

La historia, como siempre, la escribe el vencedor. Son pocos los textos que retomen la visión de los vencidos.

Me emociona pensar en volver a ver “Ven y mira”. Por razones diversas: porque, no lo puedo negar, vengo de una familia que era profundamente pro soviética. Mis padres fueron a las Olimpiadas en Moscú en el ochenta, y me trajeron un osito Misha de peluche. También me trajeron estuchados de azúcar y cartas que me mandaron unos niños rusos, que nunca conocí ni conoceré.

En ese entonces, la unidad habitacional donde crecí estaba llena de niños chilenos, argentinos, uruguayos; hijos de exiliados políticos de aquellos países.

Ven y mira es recordar que todo eso que vivimos como planeta, la guerra fría, las dictaduras en América Latina, la lucha propagandística, fue verdad. No todo es como ahora. Mis antiguos vecinos ya no son hijos de exiliados, son chicos argenmex, y viven muy bien en México, un país que siempre abre sus puertas a la gente de piel clara. Algunos incluso, votaron por Vicente Fox.

El muro de Berlín ya no existe. Y atribuir alguna cualidad a la ex Unión Soviética es incurrir en un acto atroz de desconocimiento de la historia, o simplemente, estar pasado de moda.

Creo que todavía no hay lejanía suficiente para entender el final de la guerra fría, los errores evidentes del sistema soviético, pero también las cosas que sí hizo bien. No hay perspectiva histórica. No sé si Ven y mira proporcione alguna perspectiva, pero sigo pensando que, si bien no es la película que mejor retrata la II guerra mundial (como decía mi papá), pienso que es una gran película, con un montaje excelente, unas actuaciones de primera y un guión impecable.

Y, sí, 20 millones de soviéticos murieron tratando de detener la invasión, independientemente de que Stalin haya sido un tipejo. Hay que reconocer eso al pueblo ruso.

Ver también: Ven y mira, balas de verdad

miércoles, 26 de agosto de 2009

Brad Will y los cuatro peritos



Hoy miércoles, la juez 15 de distrito con sede en Oaxaca, Rosa Iliana Noriega Pérez, resolverá si otorga o no el amparo a Juan Manuel Martínez Moreno, acusado del asesinato del periodista estadunidense Brad Will.

El amparo interpuesto por la defensa de Martínez Moreno se centra en el hecho de que no existen testigos presenciales ni documentación (fotografías, video) que sitúen al acusado en el lugar de los hechos. Los únicos testigos que existen son de oídas (escucharon en el barrio que a Brad Will lo mataron los de la APPO).

Liliana Ivette, Tejada Romero es esposa de Juan Manuel. La acompaña su hijo, de unos 12 años de edad. Ella sostiene que su esposo estuvo con ella en casa ese día. “Mi esposo no es el culpable de la muerte de Brad Will. Es inocente. Hasta el día de hoy el gobierno federal sigue encaprichado”, aunque no hay pruebas reales que inculpen a su esposo.

--¿Por qué inculpar a su esposo?

--Así como fue Juan Manuel pudo haber sido cualquier otro—, explica. Debido a la presión internacional por esclarecer el caso, se decidió fabricar un culpable. “Incluso los propios familiares de Brad Will insisten en que Juan Manuel no es el asesino. Hemos estado en constante contacto con ellos, y nos han manifestado su repudio” a la investigación de la PGR, “y exigen la libertad de Juan Manuel”.

En los últimos días la resolución del amparo ha traído de nuevo a la discusión el caso, un caso que no se resuelve como en los métodos infalibles de CSI Las Vegas o Miami, en donde la "evidencia" es indiscutible. Aquí, la evidencia arroja conclusiones opuestas, según quiénes o dónde trabajen los peritos.

Y ni siquiera podemos achacar la falta de ese carácter indiscutible al tercer mundo, ya que las evidencias del asesinato de Brad Will han sido revisadas, ahora sí, por peritos de varios países.

A continuación, un resumen de todas las versiones, y la transcricpión del único testigo que, asegura, podría identificar al asesino.

¿CERCANÍA DEL DISPARO O BALA PERDIDA?


El caso de Brad Will inició una pugna entre los peritajes de la PGR y jubilados de la policía canadiense, contra la CNDH, que tiene el apoyo de la organización civil internacional Physicians for Human Rights (PHR).

De acuerdo con la PGR y la policía canadiense, los disparos que quitaron la vida a Brad Will se hicieron de cerca (presumiblemente por un miembro de la APPO). El segundo disparo incluso se realizaría mientras Brad Will ya era cargado para sacarlo del lugar o en la camioneta que los transportó.

El informe de la CNDH y el reporte de Human Rights Physicians sostienen que el primer disparo fue realizado de lejos. HRP sostiene que probablemente rebotó con algo antes de impactarse en el cuerpo de Brad Will. Esta hipótesis se basa en fragmentos de pintura roja hallados en las balas.

La PGR desestima la evidencia de la pintura y asegura que un perito marcó la bala durante el peritaje. Las respuestas que manda la PGR al peritaje de la CNDH aseguran que la pintura de la bala es barniz de uñas, utilizado por las autoridades oaxaqueñas para marcar la evidencia.

La CNDH y PHR advierten que encima de la pintura hay tejido del cuerpo de Brad Will, por lo que no tiene sentido que la bala hubiera sido pintada después de impactarse sobre él.

SIn embargo, la segunda bala no está pintada y la PGR pregunta: ¿cómo llegó al cuerpo de Brad Will? ¿Dos balas perdidas? mucha coincidencia.

Los familiares y abogados sostienen que para el caso de Juan Manuel Martínez la cercanía o lejanía del balazo es irrelevante ya que el acusado ni siquiera estaba ahí. Pero se pronuncian por la versión de la CNDH.

El abogado defensor de Juan Manuel insiste: “nosotros estamos de acuerdo con los peritajes de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos”. La hipótesis de un tiro a quemarropa (que sostiene la Procuraduría de Oaxaca, la PGR y la policía canadiense) “se desvirtúa desde el día que se hace la prueba de rodizonato de sodio (para detectar derivados nitrogenados, provocados por disparo de arma de fuego) en el cuerpo y ropas de Brad Will”.

Si el disparo hubiera sido a quemarropa, estos residuos debieron quedar en el cuerpo de Brad Will. Pero la prueba realizada los primeros días resultó negativa.


El abogado continúa: “esa parte ya quedó desvirtuada por sí sola”, ya que desde un principio se realiza esa prueba y resulta negativa. Ni las ropas ni el cuerpo de Brad Will dieron positivo a la prueba.

En el informe presentado por los policías canadienses, se estableció que no fue revisada la playera que vestía el día de su muerte Brad Will (que se encuentra actualmente en el tribunal de Oaxaca), ya que “se había planeado una visita a dicho tribunal para examinar la playera, sin embargo, manifestantes obstruyeron dichas instalaciones por lo que no nos fue posible realizar nuestra visita a los tribunales”.

APAGUEN LAS CÁMARAS

De acuerdo con el informe de los canadienses, “en la grabación de audio se escucha cerca del momento de su muerte a alguien indicando que había algunas restricciones de lo que podía y no podía filmar”.

Pero el informe omite que, de acuerdo con un camarógrafo que entonces trabajaba en Televisa, esas advertencias iban dirigidas a él.

En su declaración del 28 de agosto de 2008, Karol Iván Ilescas Reséndiz (que en 2006 trabajaba como camarógrafo para Televisa) advierte: “…después de media hora aproximadamente de iniciar la balacera una persona se me acerco con un arma de fuego y en tono amenazante me dice “que no, ya te dije güey, que no estuvieras grabando”. Esta persona vestía con pantalón negro, playera negra, zapatos negros, una playera blanca que le tapaba el rostro, de cabello lacio largo, el mismo que podría reconocer sin temor a equivocarme si me lo pusieran a la vista.

“Cuando terminó su amenaza escuché un grito que me hizo voltear hacia mi lado derecho y vi tirado en el suelo a Bradley Roland Will. Cuando le dispararon al camarógrafo extranjero estaban a su alrededor aproximadamente tres personas, una persona estaba cerca de el y otros dos llegaron por el lado de entre la banqueta y la combi para auxiliarlo. Quien estaba cerca del extranjero vestía todo de color negro tapado del rostro de la nariz hacia abajo --sin recordar con qué estaba tapado--. [Vi] que Bradley Roland Will tiro la cámara al suelo abajo del camión de redilas sin percatarme quién levantó la cámara, porque lo que hice fue brincarlo y correr hacia la esquina de Árboles para grabarlo, el tiempo que transcurrió entre el disparo y que salí corriendo fue de aproximadamente entre diez y quince segundos….”.

De acuerdo con Gilberto López, desde 15 días antes de la detención de Juan Manuel, los agentes federales le mostraron al fotógrafo Karol Iván, una fotografía de Juan Manuel, y negó que haya sido él quien se encontraba a un lado de Brad Will. Esto, aseguró el abogado, se encuentra asentado en el expediente, “y esperamos que lo tome en cuenta la juez”.

El informe canadiense advierte que la acción investigativa inmediata de la procuraduría oaxaqueña “fue insatisfactoria. No se realizaron esfuerzos para controlar y asegurar el lugar de los hechos”, pero concede que “estamos consientes del hecho de que la ciudad estaba virtualmente sitiada”.

“La necropsia también fue insatisfactoria. Por la forma en que se llevó a cabo, más que preservar la evidencia probablemente la dañó. Consideramos que de hecho se dañó la bala recuperada de la columna del señor Will (la bala pintada o, como la llama la PGR, la 'bala Problema'). Dicho daño se realizó con un mazo, cincel y pinzas para extraer la bala. No consideramos que esta bala haya golpeado un blanco intermedio antes de impactarse sobre el señor Will”.

“Coincidimos en que la persona que hizo el primer disparo al cuerpo del señor Will se encontraba frente a él y fuera del ángulo de la cámara. Podemos decir que el rango del disparo fue mayor a 70 centímetros .

“Estamos de acuerdo en que la explicación lógica y más fundamentada del segundo disparo sobre el flanco derecho del señor Will ocurrió mientras él era cargado en posición supina”.


RESUMEN DE DATOS


El 27 de octubre de 2006, Brad Will fue asesinado mientras filmaba un enfrentamiento entre policías vestidos de civil y miembros de la APPO en Santa Lucia del Camino, Oaxaca.

El caso de Brad Will no sólo atrajo la presión internacional para resolver el conflicto de Oaxaca en 2006. También se inició una pugna entre los peritajes de la PGR y la CNDH –que tiene el apoyo de la organización civil internacional Physicians for Human Rights (PHR).

Esta pugna revivió hace unas semanas, cuando un peritaje independiente encargado por la PGR a policías canadienses apoyó la hipótesis de tiros a quemarropa.

*Una versión resumida del texto se publicó en El Periódico

lunes, 17 de agosto de 2009

La pesadilla de Casitas del Sur

El domingo por la noche, la PGR anunció en un comunicado que un juez libró órdenes de aprehensión en contra de Alonso Emmanuel Cuevas Castañeda, Leticia Arrieta Estrada y Elvira Casco Majalca," en virtud de haberse acreditado los elementos de su presunta responsabilidad en la comisión de los delitos en delincuencia organizada y tráfico de menores", en el caso de Casitas del Sur.

El comunicado recalcó que "esta es la primera vez que el Juzgador Federal obsequia una orden de aprehensión por tráfico de menores, agravada por delincuencia organizada".

La aprehensión de estas tres personas puede leerse de diferentes maneras:

* La PGR enmendó la plana a la procuraduría capitalina, que protegió a Casco Majalca como testigo protegido mientras llevó el caso;

* Se presenta de forma inédita el reconocimiento del tráfico de menores como una actividad de la delincuencia organizada en el país;

Pero también hay boquetes serios en el actuar de la PGR.

* La PGR dicta formal prisión contra dos personas que ya estaban arraigadas, y contra una tercera, que fue todo el tiempo visible. Me pregunto si se librarán órdenes de aprehensión contra el fundador de la secta, quien además ostenta la patente de la Kola loka; contra los servidores públicos que trabajan en la procuraduría capitalina e hicieron caso omiso de repetidas denuncias de familiares, que señalaban meses atrás que no les permitían ver a sus hijos en Casitas del Sur.

Lo cierto es que los niños llevan seis meses de estar formalmente desaparecidos, desde enero que fue cateado el albergue Casitas del Sur.

El otro dato que me parece increíble es que la PGR haya dejado escapar a los padres de la esposa del presunto miembro de la secta (primo además del secretario del procurador capitalino, Miguel Mancera) que tiene en su poder al niño Jesús Alejandro.

De acuerdo con relatos de los familiares de los niños perdidos, los fueron hallados en Cancún, en compañía de tres niñas que no eran ni sus hijas, ni sobrinas ni nada. Nunca pudieron establecer el parentesco. Estos señores estaban a punto de ser trasladados a la Ciudad de México, cuando el padre dijo sentirse mal, por lo que los dejaron ir. Una semana después (es decir, nadie lo moletó por una semana completa), dejó su trabajo y ahora es prófugo.

Me pregunto si ejercerán por lo menos un arraigo a los policías que participaron en ese operativo para saber por qué dejaron ir a estas personas, que, repito, fueron halladas con tres niñas ajenas.


También me pregunto por qué otros albergues y negocios vinculados a la secta siguen operando; me pregunto si Gobernación ya habrá retirado el permiso legal a la Iglesia Cristiana Restaurada. Me pregunto si los únicos tres responsables serán Casco Majalca, Emmanuel Cuevas Castañeda y Leticia Arrieta Estrada.

Finalmente, me pregunto cuántos niños en México estarán en esta situación. En todo el país no existe un censo de los albergues que operan bajo la modalidad de Asociación Civil (AC) y tratan niños. En otra pregunta, ¿cuántos albergues estarán en situaciones similares? Se me pone la piel de gallina de sólo tratar de imaginarlo. Pero sobre todo, me llena de indignación.

domingo, 9 de agosto de 2009

El negocio "altruista" de Casitas del Sur

Han pasado más de siete meses desde que 126 niños fueron rescatados del albergue Casitas del Sur. Pero hasta ahora las autoridades locales y federales no han reparado el daño que sufrieron estos menores de edad. Tampoco existe un padrón confiable y completo de los niños que viven en albergues de asociaciones civiles, como lo era Casitas del Sur.

La Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, en su recomendación 4/2009, dirigida a la Procuraduría de Justicia del Distrito Federal, y a la Secretaría de Desarrollo Social del Distrito Federal, señaló que se debe realizar un acompañamiento para que los niños que fueron rescatados de Casitas del sur reciban apoyo sicológico y social. Hasta la fecha no existe un diagnóstico público sobre el estado en el que se encuentran estos niños.

De acuerdo con fuentes del gobierno local, de los 126 niños, sólo 44 infantes ya se encuentran con sus familiares.

Además, dos niños siguen en el DIF, pero tienen averiguación previa en Morelos y Guerrero, y 78 continúan en el DIF nacional. Además dos niñas se escaparon del DIF nacional a los pocos días de haber llegado.

Las niñas que se fugaron, según fuentes del gobierno local, formarían parte de los 11 niños desaparecidos del albergue Casitas del Sur.

Sin embargo, asegura Trinidad, madre de Jesús Alejandro, uno de los pequeños desaparecidos, le han dicho en la Procuraduría Local que no son 11, sino más de 20 los infantes sustraídos en la capital.

Según el Proyecto presentado, Casitas del Sur atendía a 144 menores de edad en 2007: 85 niñas y 59 niños. El costo mensual por cada uno de ellos era de 2 mil 863 pesos; es decir, anualmente cada niño costaba 4 millones 947 mil 276 pesos, de acuerdo con lo que informó la organización.

La “Lista de niños en la Casita del Sur”, entregada a las autoridades ese año incluía a 147 menores de edad. Entre ellos, una niña de cuatro años llamada Andrea Casco Majalca, con los mismo apellidos de la directora del centro, Elvira Casco Majalca y quien ahora es testigo protegida por la Procuraduría General de la República.

Para el periodo del 1 de abril al 31 de julio, la organización entregó un nuevo padrón de beneficiarios con 148 menores de edad.

Entre ellos, Jesús Alejandro Espinoza Sánchez (uno de los niños sustraídos). De acuerdo con el padrón, en lactante tenía dos años, pesaba 9.5 kilos y medía 75.5 centímetros en ese entonces.

Aparece de nuevo una Andrea Casco Majalca, de seis años, Ilse M. Curiel Martínez, de nueve años (pero de forma inexplicable aparece enlistada junto a los de 11 años), con un peso de 28.5 kilogramos y un metro 30 centímetros, y los hermanos Juárez Ojeda Hefziba Magdalena, de 11 años, 36 kilos y un metros 38 cm de estatura;

Natanel Isaí, de 11, 37 kilos y 1.42 de altura; y Azael Israel, de 14 años, 36.4 kilos de peso y un metro 51 de estatura. A pesar de que los hermanitos Juárez Ojeda pasaron varios años en Casitas del Sur, jamás pudieron alcanzar un peso y talla correspondiente a su edad.

Los hermanitos Cuadrilla Trejo también están en el padrón: Brayan, de siete años y 24 kilos; Jorge, de 10 años y 26 kilos; y Sergio Iván, de 11 años.

En el padrón también apareceenseis mujeres jóvenes de 18 y 19 años, a pesar de que el refugio no estaba contemplado para mayores de edad.

La semana pasada, los familiares de Ilse Michel, Jesús Alejandro y los hermanitos Ojeda Juárez revelaron que las investigaciones han dado indicios que por lo menos Ilse Michel fue sacada del país. La PGR no ha desmentido las afirmaciones.

El escándalo de Casitas del Sur se destapó a inicios de este año, cuando padres de infantes en el albergue denunciaron que no los dejaban ver a sus hijos. Entonces, se reveló que por lo menos nueve habían sido sustraídos de la casa hogar a la cual la Procuraduría de Justicia del Distrito Federal estaba canalizando menores. Actualmente hay 11 menores desaparecidos.

EL NEGOCIO DE LA ASISTENCIA PRIVADA

De acuerdo con el Proyecto de Trabajo presentado por Reinsac, Reintegración Social AC, a la cual pertenecía Casitas del Sur, a las autoridades capitalinas para solicitar fondos, esta organización creó una importante red de apoyos y ayudas tanto en la iniciativa privada como estatales.

Entre sus “coinversionistas” en 2008, reportó en el documento (del cual EL PERIÓDICO tiene una copia) estaban: Walmart de México, Muebles Troncoso SA de CV, la Fundación Licio y Gloria Lagos Terán AC, Fundación Sólo por Ayudar IAP (constituida en 1985 por Lolita Ayala), Industrias de Maíz Puebla SA de CV, Desarrollo Integral del Individuo AC, Gráficos Western SA de CV, Alimento para Todos IAP.

Según el programa de Financiamiento para la Asistencia e Integración Social en el Distrito Federal 2008, entregado a las autoridades locales para solicitar apoyo económico, las Casita del Sur recibiría apoyo en materia de asesoría y educación del Instituto Nacional de Educación para los Adultos. Además, dentro de las organizaciones que “colaborarán y participarán en la comunidad”, incluyen a la Comunidad Tocani Montessori, “en la supervisión y asesoría del grupo de preescolar”; con la delegación Tlalpan; y con alumnos de la preparatoria del Colegio de México, entre otros.

Pero Reinsac ya había recibido donativos de otras instancias en años anteriores. Incluso en 1998, durante sus trabajos de ayuda por las inundaciones en Chiapas, recibió aportaciones de Pemex y Grupo CFC, entre otros.

Reinsac fue constituido en 1994, ante notario público, por Antonio Domingo Paniagua Escandón (quien, de acuerdo a los registros de la Secretaría de Gobernación, está registrado como líder religioso de la Iglesia Cristiana Restaurada), César Octavio Mascareñas de los Santos (también miembro de la Iglesia Cristiana Restaurada), actualmente prófugo.

El 7 de mayo de 2003, Reinsac renovó su mesa directiva, y quedó a cargo Evira Casco Majalca, Georgina Delgado Medina, Guillermo Olguím Sacristán. En el documento que da cuenta de ello, los representantes de Reinsac asentaron que “la gran mayoría de nuestros colaboradores se suscriben a las creencias básicas del cristianismo y es nuestro deber informarlo así”.

De acuerdo con documentos oficiales, Elvira Casco Majalca es enfermera jubilada del Hospital de México y egresada de la Escuela Nacional de Enfermería y Obstetricia de la UNAM. A sus 61 años, nunca se casó, según su expediente. Actualmente, a pesar de haber sido señalada como responsable de la desaparición de 11 niños, Casco Majalca es testigo protegido.


UN PADRÓN DE NIÑOS, INEXISTENTE


Ninguna instancia gubernamental tiene un padrón definido de las asociaciones civiles que tienen a su cargo niños, como lo fue Casita del Sur. Tampoco existe un padrón definido de los niños que se encuentran hospedados en estos lugares.
Sólo existe, en la Dirección General de Igualdad y Diversidad Social un padrón de organizaciones sociales. Pero en éste no sólo se encuentran los albergues de asistencia privada, sino cualquier otra asociación civil.

Éste problema es uno de los puntos de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal señaló en su recomendación 4/2009, dirigida a la Procuraduría de Justicia del Distrito Federal, y a la Secretaría de Desarrollo Social del Distrito Federal. Hasta la fecha ese padrón no existe. En México no existe un censo de los niños que viven en albergues privados, ni en qué condiciones se encuentran.


Nota: Una versión de este trabajo fue publicado en tres notas en "El Periódico", del 3 al 6 de agosto de 2009. Aunque el tema de Casitas del Sur ha sido tratado hasta el cansancio en casi todos los medios periodísticos, sigue impune en los hechos.

jueves, 6 de agosto de 2009

Para AMLO: "En estos países, es mejor sentirse Presidente, que serlo”

En el Teatro de la Ciudad, el presidente depuesto Manuel Zelaya fue cercano a todos: a Jesucristo “sentado a la derecha del padre”, a Felipe Calderón; a Andrés Manuel López Obrador; al Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra; al Movimiento Proletario Independiente; a Sindicato Mexicano de Electricistas; y por supuesto a Obama, a los liberales estadunidenses, a las empresas socialmente responsables.

El día anterior, Zelaya fue recibido por el presidente Felipe Calderón, quien le prometió que México jugaría un papel fundamental para revertir el golpe de Estado en Honduras. El miércoles, fue su primer encuentro con las múltiples izquierdas mexicanas, en el Teatro de la Ciudad.

Ahí, Zelaya manejó con elegancia y equilibrio su discurso, frente a un público eminentemente pejista, que tronaba en rechiflas y abucheos, cada vez que el hondureño mencionaba sus acercamientos con Calderón Hinojosa.

Quizá por eso dijo, mientras relataba la promesa de Felipe Calderón de jugar un papel fundamental con Obama en los próximos días, “En estos países, es mejor sentirse Presidente que serlo. Y eso se lo digo a López Obrador”. El público aplaudió y rió, con esa frase que podía ser interpretada de cualquier manera.

Su discurso estaba salpicado de alusiones religiosas; pero fue recibido con ovaciones por una izquierda mexicana, de tradición supuesta mente juarista, que reveló su alma guadalupana.

Todos estaban ahí. Antes del discurso de Zelaya, pasaban papelitos para que el moderador, Jesús Escamilla (miembro del Movimiento mexicano de Solidaridad con Cuba) los nombrara: Miembros de Atenco, el Movimiento Proletario Independiente; la Unión de Juristas de México; las comunidades eclesiales de base Martín Carrera; los resabios del Partido Popular Socialista; y, por supuesto los organizadores: representantes de la embajada de Cuba en México, el Movimiento Mexicano de solidaridad con Venezuela, el Movimiento Mexicano de Solidaridad con Cuba, el flamante Movimiento de Solidaridad con el pueblo Hondureño.

También eran mencionados: Rosario Ibarra de Piedra, Alejandro Encinas, el ahora diputado por el PT, Fernández Noroña; el senador Alberto Anaya, el diputado Alejandro Almazán; Margarita Zapata, nieta del revolucionario Emiliano Zapata. En la mesa, a lado de Zelaya, la senadora Yeidckol Polevsky.

Por supuesto, en los primeros asientos se encontraba el anfitrión, el jefe de Gobierno Marcelo Ebrard.

Retacado, festivo, el Teatro de la Ciudad exhibía miles de banderitas de papel de México y Honduras, hubo una mujer que gritó vivas a López Obrador, otros se aventaron unas Goyas.

Zelaya llegó, con un sombrero mexicano. Inició su discurso con la frase: Sólo los pueblos salvan a los pueblos, emulando (sin saberlo o no) la frase del guerrillero mexicano Lucio Cabañas (“sólo el pueblo salva al pueblo”.

Pero los guiños a la historia mexicana no terminaron ahí: Explicó, frente a un auditorio atento, crispado e inmóvil: “Como cuando le dijo (Emiliano) Zapata al que quedó como presidente en ese entonces… no recuerdo…”

--¡Madero! Le gritaban desde el público.

--“General Zapata, es necesario que tenga paciencia. Y éste le contestó: Los frijoles, el maíz, no se siembran con paciencia, se siembran con tierra”. La anécdota fue recibida con aplausos. Zelaya continuó: Estamos dispuestos a una lucha pacífica, pero se nos está acabando la paciencia.


Publicado en "El Periódico", el jueves 6 de agosto de 2009

lunes, 3 de agosto de 2009

Por qué no hay James Ellroys en México

Decía Eliseo Alberto que la caricatura no política en México nunca había prosperado; ya que el circo político era tan avasallante, que un cartón de otro género(como podría ser Snoopy) jamás tendría la fuerza necesaria para conmover a un público acostumbrado a la estridencia de los desfiguros en la administración pública y los partidos políticos. Tenía razón.

Esa reflexión la leí en los ochenta, un día que esculcaba los polvosos libreros en casa de mis papás. Servía como introducción a un libro de cartones cómicos bastante divertidos (no políticos, por cierto). Recuerdo que uno de los capítulos se titulaba: "Del inagotable acervo de la estupidez humana". Esa frase viene seguido a mi mente.

Ahora, después de una breve aventura por la novela policiaca estadunidense, una interrogante constante es el porqué no existe mayor auge de la novela negra en México. Es decir, sí existen grandes escritores de novela negra, lo que no hay son muchos lectores.

¿Será que la información contenida en El Gráfico, El Metro y el Alarma es suficiente, y la novela negra sale sobrando?, ¿será simplemente que el pueblo mexicano no lee y ya, y no hay otra explicación?

Pienso en la lectura diaria de microbuseros, taxistas, vendedores ambulantes y sus infaltables Gráficos y La Prensa a un lado. Siempre enrollados junto al asiento, probablemente cerca de la botella de plástico cocacola. Listos para ser hojeados en cualquier oportunidad. Primero, por supuesto, repasan las páginas centrales, con fotografías porno soft. Después la nota roja...

¿Qué escritor puede competir con la crudeza de la nota roja mexicana y sus cabezas periodísticas?:

"Pozole rojo", en referencia a un cadáver disuelto ácido dentro de un tambo; o "Parecía que arreglaban carros; nomás los desmantelaban"; "Ataca con machetes y lo calman a tablazos"; "¡Jolines!, español lideraba banda de hampones"...

¡Carajo!, qué James Ellroy ni qué ocho cuartos... ¡cómo alguien va a competir con algo así!

***

Pero de pronto... sólo de pronto se cuelan cosas al cine... Por ejemplo, están los primeros cinco minutos de "Al límite del terror", película estadunidense basada en el caso de los narcosatánicos. Aunque fuera de esa maravillosa entrada (inicio con gancho poderoso y perturbador, como dirían los que se dedican a hacer guiones) la película se vuelve francamente mala. Cae en una trama hollywoodense y se pierde la crudeza ñera que cautiva al principio.