sábado, 20 de junio de 2009

Mayombe

Una noche, me platicaron la historia no oficial del secuestro y asesinato de la hija de Nelson Vargas. Esa anécdota, por supuesto, da para más. Baste decir que, entre los balazos y las casas de seguridad, apareció en la escena un santero cubano. Los judiciales le tienen mucho miedo y por ello prefieren que se les escape, convenientemente.

Se me erizaron los pelitos de la nuca y los antebrazos. La última vez que había escuchado una historia de malosos palomayombe en suelo mexicano fue en 1989, cuando los medios nacionales e internacionales se cebaron en la macabra historia de los “narcosatánicos”.

Años después, reconstruí la historia de recortes de periódicos y películas. Pero de ese primer momento, en 1989, lo que más recuerdo fue una entrevista que le hicieron a “La tigresa” en televisión. Ella decía, juraba y perjuraba que nunca había ido con el cubano a que le hiciera un trabajito… porque nunca oyó hablar de él. Si hubiera sabido de su existencia, por supuesto que hubiera solicitado sus servicios…


Busqué en Internet información sobre los narcosatánicos y me encontré con la página personal de la Sara Aldrete, en prisión desde hace 20 años. En sus fotos aparece abrazada de los miembros del Panteón Rococó…. Me recordó tanto el amor que la policía le tenía a Goyo, quien dicen, es el único asesino serial “rehabilitado”… rehabilitado además --para anotarlo en Guiness-- en el sistema penitencial mexicano...

Semanas después de conocer la historia no oficial del secuestro y asesinato de la hija de Nelson Vargas, me encontraba en un trabajo burocrático, en el que debía leer todos los diarios, incluidos los periódicos de carnitas: Metro, La Prensa… y otros que se me escapan su nombre. En La Prensa (esos que uno ve siempre acomodados debajo del asiento de los choferes de pesero), encontré una nota pequeñita, pero con foto: en un local comercial se halló una cazuela con un cráneo humano. Se hallaron plumas de ave y unos frascos también… La nota no lo decía, pero todo parecía aludir a la nganga, objeto central del culto palo mayombe.

Me imaginé al reportero de policía que debió hacer la nota. Si trabaja en un diario especializado en las carnitas, debe conocer a la perfección esas zonas de niebla donde ya no hay antagonismo ni colores entre policías y criminales. Me pude imaginar al reportero dudando incluso si debía mandar un adelanto a la redacción. Y horas después, probablemente ya arrepentido de no quedarse callado. Ningún otro diario traía la nota… para qué buscarle, para qué.

miércoles, 17 de junio de 2009

Asesor en seguridad de Felipe Calderón admira a Nazar Haro, torturador de la guerra sucia

"Jorge Tello Peón, el principal asesor del presidente Felipe Calderón en materia de seguridad, dice que el mejor momento de su paso por la dirección del Centro de Investigación en Seguridad Nacional fue la visita de Miguel Nazar Haro a las instalaciones de esa dependencia". Así lo escribió Julián Andrade Jardí , en su columna "Marcaje personal" en el diario La Razón, el pasado 16 junio de 2009. (http://andradejardi.blogspot.com)

“Estas, y otros historias, pueden leerse en el libro CISEN, 20 años de historia. Testimonios que publicó la Secretaría de Gobernación”, explica Andrade Jardí.

En el libro citado, Tello Peón afirma, en una entrevista realizada por Luis Herrera-Lasso:

"Un momento que me parece muy significativo en la historia del CISEN fue cuando tuve el gusto de recibir a don Miguel Nazar Haro, una de las figuras clave de la inteligencia en México, en los tiempos que precedieron al CISEN. Don Miguel fue un hombre que había trabajado creyendo en las instituciones de la República. Cuando visitó el CISEN su cara estaba llena de orgullo. Se sentía, y con razón, parte de esa historia. Nada que ver con las instalaciones y los medios con los que a él le había tocado trabajar décadas atrás. Al percibir su emoción le dije: ‘Don Miguel, estas columnas están construidas sobre los cimientos que usted y tantos otros mexicanos forjaron con enorme esfuerzo’. Y era absolutamente cierto. A mí me llamaba mucho la atención que, no obstante lo elaborados y sofisticados que eran nuestros compañeros de la Federal de Seguridad no hubiéramos llegado a donde estábamos. Nos habían dejado grandes enseñanzas que ahora pasaban por el tamiz de la modernización, la tecnología y los nuevos sistemas.” (...)

¿Quien es Nazar Haro, a quien dice admirar tan profundamente el ex director del Cisen y actual principal asesor de la Presidencia de la República en temas de seguridad? Este nombre todavía enciende el terror entre los sobrevivientes de la guerra sucia en México de los años setenta y ochenta: creador de la brigada blanca, refinó todo el sistema de espionaje mexicano, afianzó vínculos con la CIA y, describen algunos analistas, combatió discretamente a la KGB en nuestro. Gustaba de torturar en persona a algunos de los que caían en sus manos. Está acusado directamente de la desaparición forzada de Jesús Piedra Ibarra, hijo de Rosario Ibarra de Piedra, entre muchos otros jóvenes más. Relatan los que sobrevivieron a sus torturas (entre ellos Gustavo Hirales) que le gustaban las batas de seda (y a veces las usaba en los interrogatorios) y tenía un tigre por mascota.

¿Qué rasgos admirará más Tello Peón? ¿Las batas de seda, el tigre en la oficina, la tortura en persona o la desaparición sistemática de decenas de personas?

lunes, 15 de junio de 2009

APPO, el muerto que nadie contó


El 14 de junio de 2006 la policía de Ulises Ruiz intentó desalojar, infructuosamente, un plantón de maestros en el zócalo de la ciudad de Oaxaca. Esto fue el detonante para que unos días después se creara la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) y se presentara un estallido social que duraría varios meses y dejaría como saldo, tan sólo ese primer año de 2006, 26 asesinatos; todos, impunes. A estos se sumarían decenas de muertes violentas en los siguientes años.



El domingo 14 de junio de 2009, la APPO celebró el inicio de su movimiento con una mega marcha. Para el grueso de los periódicos y revistas, el resultado del tercer aniversario fueron varios negocios y tiendas vandalizados, y un activista muerto y 14 heridos, al explotar cohetones y quemarse gasolina que llevaban simpatizantes en un vehículo para la marcha.

Pero esa muerte –que por lo demás puede calificarse de desafortunada y terriblemente torpe-- no es la única que acompaña al tercer aniversario.

Días antes, se sumó un nuevo crimen político: el de Sergio Martínez Vásquez, quien luchaba, entre otras cosas, por los derechos ambientales de la región.


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De acuerdo con el Comité de Defensa de los Derechos del Pueblo (Codep, una de las organizaciones sociales más antiguas de la entidad y que forma parte de la APPO), actualmente se están desarrollando 29 proyectos mineros multinacionales, en su mayoría canadienses y estadunidenses. Pero éstos no han tomado en cuenta el impacto ecológico ni de salud pública en la zona.

En 2009, la empresa Cuzcatlán comenzó la construcción de la mina “La Trinidad”, en San José del Progreso, Oaxaca, la primera de más de 16 que serán construidas a lo largo y ancho del Valle de Ocotlán-Ejutla.

Los habitantes de la región han denunciado que estos trabajos han tenido como consecuencia el resquebrajamiento de las casas y la contaminación de la región con plomo, el cual puede causar en los humanos graves enfermedades, como el saturnismo (un trastorno en el comportamiento de los glóbulos blancos) y una anemia difícil de curar, así como fallas severas en el sistema nervioso central.

Este mismo año “se reactivarán más de 50 minas que ya trabajaron hace 15 o 20 años en el valle, como “La Colmena” en San Jerónimo Taviche, “que actualmente produce grandes cantidades de drenaje ácido, causante de enfermedades de los ojos, de las vías respiratorias y la piel. En la región se ha registrado el fallecimiento de más de 20 cabezas de res, en los últimos tres meses, los análisis han determinado envenenamiento por plomo, mercurio, arsénico y cianuro”, afirma el Codep.

Por ello la asamblea comunitaria (en la región las comunidades se rigen por usos y costumbres en algunos casos) resolvió desconocer al presidente municipal, Venancio Oscar Martínez Rivera, y el comisariado ejidal, Quintín Vásquez Rosario, de San José del Progreso.

Esto generó, de acuerdo con los activistas, varios actos de hostigamiento:
El 24 de marzo intentaron secuestrar Agustín Ríos Cruz, integrante del CODEP. “A las ocho de la mañana llegaron al plantón de la mina hombres vestidos de civil, que irrumpieron con pistolas y armas largas. Cuando se les pidió que mostraran la orden de aprehensión, dijeron: ‘No necesitamos de un pinche papel, son órdenes del gobernador’”.

Al día siguiente, José David Hernández Álvarez, también miembro del CODEP sufrió un intento de secuestro, cuando, a las 8:30 de la mañana, fue a dejar a sus hijos a la primaria.

En la madrugada entre el 7 y el 8 de junio pasado, Sergio Martínez Vásquez, integrante del Consejo Estatal del CODEP, fue asesinado.

Martínez Vásquez trabajaba como taxista. Realizó un viaje a la agencia de Pino Suárez el día 7 por la noche. Al día siguiente su cuerpo fue hallado con 10 impactos de bala. Aunque todavía no se cuenta con suficiente información, el Codep sostiene que “todo apunta a confirmar que los actores materiales de este asesinato fueron los grupos paramilitares que Ulises Ruiz mantiene operando en la región”.

La demanda que dio vida a la APPO (y que sigue vigente) es la renuncia de Ulises Ruiz, como gobernador de Oaxaca, además de varias exigencias magisteriales y sociales. Ahora, se suma el exigir el cierre de los proyectos mineros multinacionales que se desarrollan en el Valle de Ocotlán.

Durante el estallido social en Oaxaca, la Comisión Civil Internacional de Observación por los Derechos Humanos documentó 26 asesinatos relacionados con el conflicto durante el 2006.

En 2007, se sumaron 27 muertes más relacionadas con problemas políticos. En 2008, 15 más, además de varias desapariciones forzadas. Entre estas últimas se encuentran la de Lauro Juárez, militante del Frente Popular Revolucionario (FPR, organización que forma parte de la APPO), quien fue sustraído de una casa en la que dormía con ¡30 personas más!



*Una versión del texto fue publicada en El Periódico en Línea, el lunes 15 de junio de 2009.

martes, 2 de junio de 2009

Denunció el narcomenudeo en su escuela. Su asesinato sigue impune

Después de denunciar repetidamente las redes de narcomenudeo y porrismo en la escuela que dirigía, el profesor Edmundo Nava Mota fue asesinado el 28 de mayo de 2007. Dos años después, el crimen sigue impune, y por lo menos tres policías que han trabajado en el caso han estado involucrados con el crimen organizado.

Hace un par de meses las autoridades aseguraron a los familiares que ya se tiene ubicado al presunto autor material del homicidio. Se trataría de un sicario profesional. Sin embargo, no se le ha aprehendido.

***

Edmundo Nava Mota Álvarez fue fundador y director de la Preparatoria número 115 “Emiliano Zapata”, en Ecatepec, Estado de México. Desde hacía muchos años también era activista y pertenecía a la Unión Popular Revolucionaria Emiliano Zapata (UPREZ). Él, junto con su organización, llegó a fundar 15 escuelas en la zona.

Entre 2003 y 2004, el narcomenudeo y el porrismo se gestaban alrededor de la escuela. Se presentaron casos severos. Por ejemplo, hubo dos intentos de secuestro con fines de violación; los porros de la FENET “115” (Federación Nacional de Estudiantes Tecnológicos, una porra que tiene sus orígenes en el IPN) asaltaban y golpeaban a estudiantes afuera de la escuela y se comenzaba a vender droga al interior del plantel, explican familiares del profesor.

En 2006, Edmundo Nava Mota se reunió con el entonces subprocurador de Justicia de Ecatepec, Eduardo Villalobos, y el presidente municipal de Ecatepec, José Luis Gutiérrez Cureño, entre otros.

Señaló directamente a tres ex alumnos, cuyos alias son “La chocolata”, “El tosco” y “Padilla”. Eduardo Villalobos aseguró que conocía a los ex alumnos señalados por el profesor, y eran jóvenes “honorables”.

El narcomenudeo, el vandalismo y los problemas continuaron. Y el director del plantel siguió exigiendo que la policía hiciera algo. Pero el 19 de diciembre de 2006 sufrió un atentado al salir de la escuela. Mientras viajaba con otro profesor en una camioneta, un joven le disparó con un arma calibre 45, de uso exclusivo del Ejército.

Al día siguiente el profesor y sus familiares levantaron la denuncia EM/AMOD/1/4152/06.

Se efectuó una nueva entrevista el 8 de enero de 2007, con el subprocurador José Luis Villalobos. El profesor entregó un manojo de pruebas de la criminalidad alrededor del plantel: fotografías, rutas, mapas hechos a mano en los que señalaba las “tienditas” de la zona, nombres de ex alumnos, alumnos y gente vinculada a la distribución de droga.

Las autoridades aseguraron que toda la información que el profesor había entregado sería anexada a la denuncia del atentado. Posteriormente, la familia y los abogados que coadyuvan en el caso se darían cuenta de que toda esa información desapareció o nunca fue incorporada al expediente.

El 28 de mayo de 2007, Edmundo Nava Mota fue asesinado entre las 6:30 y 6:45 de la mañana, cuando se dirigía a su escuela a bordo de su vehículo, en compañía de su pareja sentimental. De nuevo se utilizó un arma calibre 45. Murió casi de inmediato.

En un primer momento la pareja del profesor reconoció a un exalumno de la preparatoria como el que había disparado y así lo denunció ante el MP. Pero semanas después, se retractó de lo dicho. El menor de edad quedó en libertad.

¿UN POLICÍA EN QUIÉN CONFIAR?

El 17 de enero de 2008, Leonel Rivero, abogado de la familia Nava Mota Álvarez, asumió la coadyuvancia con el Ministerio Público.

El 26 de febrero siguiente, Guillermo Nava Mota González, padre de la víctima, amplió su declaración ante el Ministerio Público José Luis Razo Martínez. De nuevo presentó las pruebas documentales. Razo Martínez posteriormente sería encarcelado por vender información de la procuraduría.


La Procuraduría General de la República conoció del caso. Alrededor de mayo de 2008, los familiares se reunieron con el delegado estatal de la PGR en el Estado de México, José Manzur Ocaña, y con el comandante regional de la AFI en el Estado de México, Milton Guerrero Cristóbal. Los familiares entregaron de nueva cuenta la información que el profesor había recabado: copias fotostáticas que lograron rescatar, después de que el primer manojo de pruebas “desapareciera” del expediente.

En octubre siguiente, medios de comunicación revelaron que José Manzur Ocaña era prófugo de la justicia, ya que el ex delegado protegía a los zetas en el Estado de México. Hasta la fecha nadie sabe dónde está.

Milton Guerrero fue “levantado” el 28 de agosto de ese mismo año, junto con su segundo al mando. Su cadáver fue hallado en octubre, en severo estado de descomposición y con huellas de tortura. En los medios de comunicación se mencionó que, presuntamente, guerrero Cristóbal trabajaba para el cartel de “La Familia” de Michoacán.

Ni las muertes ni la situación del exdelegado o la aprehensión de Rizo Martínez estaban relacionadas con el asesinato de Edmundo Nava Mota. Pero los familiares del profesor cayeron en la cuenta de que, por lo menos en tres ocasiones, habían entregado esa información a policías corruptos.


AVANZA EL CASO

En los primeros meses de 2008, la averiguación registró un impulso importante. La policía ministerial identificó a un menor de edad, internado en la Escuela de Rehabilitación para Menores Infractores “Quinta del Bosque”, como probable copartícipe en el asesinato.

El 15 de septiembre de ese año, el menor rindió su declaración, y confesó su participación. Mencionó que una persona le propuso participar en el homicidio, por cierta cantidad de dinero.

Actualmente hay varias líneas de investigación. Una de ellas apunta a uno de los cárteles que se han asentado en el oriente del Estado de México. (Esta línea de investigación, apenas dibujada, sería el eslabón perdido entre el porrismo y los cárteles de la droga.) Ahora, aunque la policía ya ha ubicado a un sospechoso, todavía no lo han detenido.

Al respecto dice su padre: "También me deben la muerte de mi esposa, que se dejó morir de tristeza".


*Publicado en "El Periódico", 1 de junio de 2009.